La República Dominicana se ha transformado de una economía de exportación de productos agrícolas como azúcar, tabaco, cacao, café y otros, a una economía de servicios donde el turismo y las telecomunicaciones han pasado a ser prioritarias.

Asimismo, para la década del setenta, casi la mitad de la población vivía en el campo y hoy día el 65% vive en las ciudades y las mujeres se han ido integrando al sistema productivo al igual que los hombres.

En cambio, los horarios de la mayoría de los establecimientos de salud públicos,  como los hospitales, centros, sub centros, clínicas periféricas, policlínicas, unidades de atención primaria, mantienen un horario extremadamente corto y matutino.

Para explicarme mejor, el horario de estos establecimientos es de cuatro horas para los médicos y otros profesionales como las bioanalistas, psicólogas clínicas, odontólogos y otros, y el horario es matutino, desde las ocho de la mañana a las doce del mediodía.

¿Qué está pasando con el grupo de personas que tienen actividad productiva incluyendo las mujeres? Que los horarios de los centros de salud son coincidentes con sus horarios y se les dificulta ir o llevar sus hijos a la atención, sobretodo cuando enferman.

Con estos horarios tan cortos, los hospitales tienen la mayoría de los equipos de diagnóstico y tratamiento ociosos, ya que funcionan solamente cuatro horas al día y las restantes veinte en reposo, a pesar de listas de espera a veces más de un año.

Para ilustrar más lo que digo, pongo el ejemplo de un equipo de eco-cardiograma. Con este equipo pueden verse todas las estructuras del corazón como válvulas y cavidades auriculares y ventriculares y conocer si hay algún defecto valvular o agrandamiento de una de las cavidades entre otras. Este procedimiento no invasivo es muy valioso; sin embargo con tan pocas horas de labor, las listas de pacientes se hacen interminables y además con tan poco uso, el equipo no se desprecia en el tiempo requerido no pudiendo ser reemplazado por uno nuevo y más moderno.

Otro ejemplo son las salas quirúrgicas que laboran en cirugías electivas solamente cuatro horas con listas de espera de más de un año.

Los países con políticas de salud establecidas a mediano y largo plazo, han readecuado los horarios del personal de salud exactamente igual que cualquier industria, ya que un establecimiento hospitalario hay que verlo con una industria que produce salud.

En los hospitales docentes deben establecer horarios de servicio de ocho horas para los jefes y ayudantes de servicio. Además, horarios vespertinos y nocturnos para procedimientos especiales y cirugías electivas. En las Unidades de Atención Primarias deben establecerse horarios en tres tandas: matutinos, vespertinos y nocturnos, para facilitar a las personas que tienen horarios de trabajo diferentes.

Desde luego que aumentar horas de labores, nuevos horarios con diferentes personal, y ofrecer más y oportunos procedimientos diagnósticos y tratamientos requiere mayor inversión económica en salud; sin embargo, si se estableciera correctamente el Sistema Dominicano de Seguridad Social las ARS que pagan por capitación, los empleadores públicos como privado y los trabajadores formales e informales pagaran sus cuotas correspondientes, y el Estado a los subsidiados, esto podría realizarse sin ningún problema.

Es hora ya de comenzar a pensar en un futuro promisorio para la gente de este país, y para llegar al fin de siglo veintiuno con mejores indicadores de salud hay que comenzar ya.

Que la rectoría del Sistema Nacional de Salud y el Consejo Nacional de Salud busquen las mejores soluciones para el país.