La recuperación económica mundial
¿Qué tipo de recuperación economía espera el mundo?

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La recuperación económica mundial podría perder ritmo este año, lo que frustra las esperanzas de un escape rápido de la recesión más profunda de la era de posguerra en los países desarrollados.

Las grandes deudas pesarán sobre los gobiernos y los hogares en Estados Unidos y Europa durante cierto tiempo, mientras que las esperanzas de crecimiento global seguirán dependiendo de países de rápido desarrollo como India y China. Aun así, el Fondo Monetario Internacional (FMI) subió las previsiones de crecimiento global ante una recuperación económica más fuerte. Es un hecho de la vida económica que a toda crisis sigue tarde o temprano una recuperación. El gran enigma hoy es cuándo y cómo. Y uno de los grandes peligros es errar el diagnóstico. Así, el verdadero riesgo se encuentra en cómo se plantea la estrategia de salida de la crisis. Los economistas intentan predecir cómo será esta recuperación visualizando posibilidades con las letras del alfabeto.

Por ello, en la BBC mundo se analizaron 4 posibilidades: a) la recuperación en V, si en el ciclo la caída es abrupta, evidenciando una breve recesión y una fuerte recuperación; b) la recuperación en U, si en el ciclo la caída es pronunciada, evidenciando una prolongada recesión y un lento repunte; c) la recuperación en W, si en el ciclo la caída es abrupta, evidenciando una rápida recuperación, seguida por una nueva abrupta caída y otra recuperación, y d) la recuperación en L, si la caída es vertical y  evidencia una prolongada recesión posterior.

¿Qué recuperación? La recuperación en V visualiza la intensidad de la caída y el rápido e intenso repunte posterior. En 2001 Estados Unidos experimentó una profunda caída de la actividad económica luego de los atentados del 11 de septiembre y una fuerte recuperación unos 8 meses más tarde. México y Argentina en los 90’s e Indonesia durante la crisis asiática, son otros ejemplos de recesión en V. También en China y la India la recuperación económica tendrá esta forma de V. En estos casos, se tarda más de dos años en volver a la normalidad. Según la revista “The Economist” los paquetes de estímulo fiscal pueden generar la impresión de una recuperación en V (breve recesión y vigoroso repunte) en algunos países, pero predice que ese efecto será ilusorio y breve. El estímulo fiscal se agota y no se ven otros factores económicos que puedan sustituirlo. El alto desempleo y el fuerte endeudamiento particular y empresarial son un obstáculo para una salida de la crisis vía un mayor consumo doméstico que reemplace al estado como reactivador económico.

En cambio, según los historiadores, la gran depresión de los años 30 siguió el modelo de recuperación en W. Otro caso fue Estados Unidos en los 80’s. Tanto en los años 30 como en los 80’s, un diagnóstico errado de la situación condujo a una desacertada intervención que ahogó la recuperación económica y provocó una nueva recesión. Esta advertencia de la historia es importante hoy en día en que se empieza a exigir un ajuste fiscal para reducir el déficit en que han incurrido los estados para salir de la crisis. Se evita así que pase lo que le sucedió a Japón en los 90’s. No obstante, la recuperación en L es una de las formas hoy día más temidas (caída vertical y prolongada recesión posterior). Como en la actual crisis, la economía nipona en los 90’s experimentó una fuerte caída debido a una burbuja inmobiliaria y un sector privado excesivamente endeudado.

Pero lo que alarma a los economistas no es tanto este paralelo con el inicio de la crisis, como lo que sucedió después. Durante el resto de la década Japón intentó por diversos medios estimular la economía y llegó a recortar la tasa de interés a 0%. La economía no respondió: sólo en 2005 volvió a crecer de forma sostenida. El premio Nobel de economía Paul Krugman  señaló que un proceso en L es el  principal peligro que enfrenta la economía mundial.

Los retos. El ritmo futuro de la recuperación dependerá del equilibrio entre fuerzas opuestas: el peso del choque financiero, la expansión del comercio mundial y restablecimiento de la confianza. Aun-que la situación estuvo muy grave ha ido cediendo gradualmente. Muchos mercados de la vivienda aún no han llegado al punto en que se inicia la recuperación. Los consumidores aun no están muy confiados. Y todavía hoy sigue siendo necesario observar los mercados financieros, sanear los balances bancarios y reestructurar las instituciones. Sin embargo, los recortes de las tasas de interés de política monetaria, el suministro continuo de liquidez abundante, el relajamiento de las condiciones de crédito, las garantías públicas y la recapitalización de los bancos han disipado considerablemente la preocupación de que se produzca una falla sistémica y han propiciado la intermediación. Con todo y eso, se prevé que los préstamos bancarios y el financiamiento externo seguirán sujetos a condiciones restrictivas por largo tiempo.

En este contexto, el crecimiento de la actividad y el crédito probablemente permanecerán apagados en muchas economías. Más allá de 2010, aún no está claro cómo el debilitamiento estructural del consumo privado en EU y en otras economías se verá compensado con una demanda más vigorosa.

Hoy, la aplicación de políticas macroeconómicas expansivas y un ajuste de las existencias están estimulando la actividad mundial, pero estas fuerzas son transitorias. Se proyecta que el Producto Interno Bruto  en la economía mundial se reduzca un 1.1% en 2009, para luego crecer un 3.1% en 2010. En las principales economías, las tasas de crecimiento se han revisado al alza, sobre todo en EU y Japón. Pero, dada la persistencia de fallas en los sistemas financieros, la disminución gradual del apoyo proporcionado por las políticas públicas y la reactivación del ahorro en los países en que los precios de los activos se desplomaron, se cree que el mundo deberá seguir aplicando políticas macroeconómicas expansivas, pero también irse preparando para ir retirando los niveles extraordinarios de intervención pública.

Pese a las presiones alcistas derivadas de la recuperación de los precios de las materias primas, se prevé que la inflación mundial permanecerá contenida a lo largo de 2010, debido a una significativa capacidad excedentaria. Las tasas de desempleo alcanzarán niveles de dos dígitos en algunos países, lo cual contendrá los salarios y el gasto de los hogares y planteará graves desafíos para las políticas. De este modo, la ejecución prudente de las políticas seguirá siendo clave para una recuperación duradera.

Así se tiene claro que a partir de ahora, deberán ir sustituyéndose las medidas de apoyo a corto plazo con otras que sientan las bases para el retorno de un crecimiento fuerte a mediano plazo. Esto dependerá en forma crucial de la forma en que se fomente el crecimiento y de que se reequilibre la demanda mundial. En tal sentido, las políticas financieras, monetarias, fiscales y estructurales tienen una función que desempeñar.  La prioridad básica de las políticas seguirá siendo el restablecimiento de la salud del sector financiero que busque  restaurar la solvencia de los bancos, resolviendo los activos problemáticos y evaluando  la solidez de los sistemas bancarios. La ejecución de estas medidas  y con la debida transparencia ayudaría sin dudas a restablecer la confianza perdida y a acelerar el crecimiento del crédito. Ante esto, la política monetaria deberá seguir brindando apoyo hasta que el crecimiento económico se reanude y los riesgos de deflación se disipen, aprovechando el margen que aún exista para recortar las tasas de política monetaria y considerando a la vez medidas de política no convencionales para estimular el crédito.

Por su parte, se deberá poner de manifiesto la necesidad de contar con marcos de política fiscal a mediano plazo más sólidos, a través de la elaboración de planes para reconstituir los saldos fiscales y garantizar trayectorias sostenibles de la deuda una vez que el crecimiento se haya afianzado. 

La cifra

3.1 por ciento.  Es la tasa de crecimiento económico esperada para la economía mundial en 2010, según las estima el Fondo Monetario Internacional. Se espera que la economía mundial crezca a una tasa de 4.5% en 2014.

Zoom

¿Qué va a pasar?

La diseminación vertiginosa y fulminante de activos tóxicos (deudas prácticamente incobrables) por un sistema financiero altamente complejo y diversificado (bancos de inversión, fondos de alto riesgo, paraísos fiscales, aseguradoras, corredores y un largo etcétera), todo potenciado por la gran revolución tecnológica, ofrece un escenario “difícil” de predecir. Más cuando nadie ha cuantificado aún el monto total de estos activos, ni hay una clara regulación internacional para asegurar que las entidades financieras no sigan incurriendo en los mismos vicios. Aun así, lo que sí está claro es que la demanda pública tendrá que  ceder espacio a la  privada. Un factor de importancia crítica será el grado de éxito de las políticas en reconstruir los sectores financieros de  economías avanzadas y apoyar el consumo privado en las emergentes con fuertes superávits en cuenta corriente.

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