La reelección de Leonel

La reelección de Leonel

MARTÍN P. GAUTREAUX
La reelección del doctor Leonel Fernández Reyna tiene un puñado de científicos y acaudalados en su contra, pero también posee muchos hombres inteligentes, sabios y ricos a su favor.

El pueblo le gusta el gobierno del presidente Fernández. No hay represión ni persecución. Existe abundante diversión por doquier. En el país aparece todo lo del consumo nacional. Los artículos de primera necesidad no escasean. Los servicios públicos se obtienen rápidos y sin demora.

La juventud dominicana reguetonera, bachatera, rapero y chateadora le atribuye a Leonel todo lo nuevo, lo moderno y lo cibernético que llega y circula en el país.

Leonel quiere ganar la elección; se basa en sus obras, confía en su equipo, tiene esperanza en su Comando de Campaña, tiene fe en sus asesores, se ampara en su sofisticado Partido y se agarra de su gran experiencia, más sus piezas no se están moviendo en torno a la fortificación de la línea reeleccionista del Presidente Fernández Reyna. Éstas, en lo que están es promoviéndose así mismas y quitándole todos rasgos biométricos a las ayudas y acciones benevolentes de Leonel.

Leonel es humanitario, caritativo y chévere como el Padre Billini y Balaguer, pero sus intenciones y buenos deseos se quedan enmarañados en el sistema dirigencial del Partido y su mecanismo de procedimiento, así como en su filosofía política selectiva.

Leonel Fernández quiere que el pueblo encuentre comida en la mesa, que tenga dinero en sus bolsillos y que las gentes abriguen una esperanza, por eso lanzó el bello slogan «Comer es Primero». Pero sus ministros, subalternos y co-partidarios no están en eso.

El PLD sigue hermético. No deja que «entren tó». No boronea. Las fundas las tiran discriminatoriamente en la oscuridad. Las mochilas y los libros que manda Leonel los guardan por ahí hasta segunda orden. Los danilistas ahora son invisibles y subterráneos. Los intermedios quieren colar todas las dádivas y las decisiones que llegan del señor Presidente. A los boschistas no hay quién les hable de reelección alguna.

En cambio, el PRD no está jugando. Está cedulando, juramentando y aposicionando todos sus comandos nacionales de campaña. Organiza y adiestra, desde ya, sus centinelas electorales de cada mesa. Y sus dirigentes tienen hambre y deseo ferviente de capturar nuevamente el Poder, el gobierno y el mando nacional.

El partido blanco se está organizando y unificando monolíticamente, paso a paso, con el único fin de arrasar y barrer específica y exclusivamente al PLD.

Los perredeístas se están consolidando de tal forma que hasta muestran ya regocijo y júbilo triunfalista, soplando también ya, la Alianza Rosada, parte II, entre blancos y colorados.

Los ‘compañetriotas’ de la estrella amarilla temprano deben entender que el partido del «jacho prendío» esta vez no proclamará «¡borrón y cuenta nueva!» sino que pondrán a sudar y a correr a todo el que le huela a corrupción, indelicadeza y malversación.

Nunca antes el país había estado tan bien representado políticamente como ahora. Y, hoy más que nunca, la nación requiere de una dirigencia nacional que encaje bien en el nuevo orden mundial, la globalización, el cibernetismo internacional y el entendimiento mercantil modernista.

Si el presidente y candidato doctor Leonel Fernández Reyna pierde esta reelección, leonelistas, danilistas, boschistas, jaimistas, troncosístas y peledeístas escucharán lo que dijo Balaguer: «Llorarán como mujeres, lo que ahora no quieren defender como hombres».

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