La reelección: un retroceso

La reelección: un retroceso

Ni siquiera el Balaguer de los 10 años de gobierno del 1986 al 1996, se parece tanto como el Presidente Hipólito Mejía, al Balaguer de los 12 años. En la desesperación por quedarse gobernando cuatro años más, gente del gobierno y hasta el propio Presidente Mejía, están repitiendo actuaciones políticas, que representan un retroceso peligroso para la institucionalidad y la vida democrática del país.

Sólo los que vivimos los años 70, los que fuimos testigos de la historia, de la sin razón d la reelección balaguerista en mayo del 1978, la misma que fue combatida a sangre y fuego por el Partido Revolucionario Dominicano, PRD; sólo los que vivimos esa experiencia, estamos en capacidad de establecer las similitudes del apegamiento oficialista al ¡vuelve y vuelve! que se escucha hoy día en boca de los perredeístas. De manera increíble, lo que los reformistas de aquella época les bociferaban al pueblo cuando rechazaba la reelección del Dr. Balaguer, son las mismas expresiones que hoy repiten los perredeístas enganchados a reeleccionistas. La gran diferencia es que Hipólito no es Balaguer.

En la desesperación por quedarse gobernando cuatro años más, el doctor Balaguer en el 1978 permitió, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, que los guardias y policías participaran activamente a favor de la reelección presidencial. El PRD en aquella ocasión fue víctima de ese abuso de poder, pero al parecer los que dirigen ese partido hoy día, han perdido la memoria y permiten que su gobierno repita con arrogancia y prepotencia los mismos abusos y atropellos de que fueron víctimas en el pasado. Primero fue el Jefe del Ejército, que en medio de una protesta nacional fue captado por una cámara de televisión repartiendo dinero en sobres que contenían los símbolos del PRD, y que comandante en jefe ni se dio por enterado. Después fue otro alto oficial de nuestros cuerpos castrenses, que queriendo colocarse donde el capitán lo viera, le regaló una estatua al Presidente Mejía, que figura al primer mandatario montado a caballo. Ahora es el Jefe de la Fuerza Aérea, que es captado por una cámara fotográfica, repartiendo dinero en uno de los humildes pueblos del sur lejano de nuestro país. Estamos casi viendo a nuestros militares portando en la punta de sus fusiles, no ya la bandera colorá que denigró en el 1978 a nuestras instituciones armadas y que constituye un capítulo negro de su historia, sino portando banderas blancas, con el jacho prendío del PRD.

Y es que no hay nada más pesado que la reelección en época de crisis. En esta época no se reeligen ni siquiera los buenos gobiernos, mucho menos los que prometieron una cosa y terminaron haciendo todo lo contrario. El pueblo dominicano ha sido sumido en una de sus peores crisis en estos casi cuatro años del gobierno del PRD. Y cuando el pueblo le quita el apoyo a un gobierno y a su partido, que es lo que ha sucedido con el PRD y su gobierno, y este empuja por continuar gobernando, se producen excesos desde el poder que tambalean la institucionalidad y la estabilidad democrática del país, porque se quiere imponer algo que el pueblo está rechazando en más de un 75%. Se empiezan a utilizar los recursos de estado, porque los que en el pasado extendieron las ayudas para apoyar la candidatura, algunos fueron quebrado por el gobierno que ayudaron a subir y otros decidieron salir del negocio porque la crisis no les permitía competir. Es aquí entonces que los autobuses de la OMSA son sacados del servicio público, para transportar perredeístas a una actividad política con el primer mandatario, y el Director de esa institución dice que eso no es nada porque eso siempre se ha hecho y se seguirá haciendo.

En nombre de la reelección del Presidente Mejía se están cometido atropellos y abusos contra ciudadanos que nunca han participado en actividades políticas, ni se les conoce militancia partidaria. Tal es el caso de la modelo que por participar en el desfile de modas que un destacado grupo de diseñadores dominicanos realizó en apoyo al a candidatura del doctor Leonel Fernández, fue despedida de sus labores del intervenido canal 27, al día siguiente de dicha actividad. La misma suerte corrió el hijo de un destacado cronista deportivo del país, a cuyo padre se le ocurrió participar en un spot publicitario a favor de la candidatura del doctor Leonel Fernández. El árbitro que participó en ese spot también fue cancelado de su trabajo. Esos atropellos contra profesionales que lo único que han hecho es vender sus conocimientos, sus talentos y aptitudes, son indicios claros de que la desesperación que ronda al candidato Mejía es grande. Me he topado con humildes empleados públicos, que ganan sueldos de miseria, pero que es lo único con que cuentan para el sustento de su familias, que han sido obligados a participar de bandereos, caravanas y a cuantas actividades proselitistas se les señale, de lo contrario lo que les espera es su cancelación.

Tanto que los perredeístas criticaron y condenaron las actuaciones políticas de los 12 años del doctor Balaguer, y hoy están repitiendo lo mismo que él hacía. Sólo falta que un pepeachista destacado forme la banda blanca y quiera hacer lo de la banda colorá. Todo depende de que el pueblo se lo permita.

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