Hoy 
POR MANASÉS SEPÚLVEDA
El gas licuado de petróleo se agotó ayer al mediodía en la Refinería Dominicana de Petróleo (REFIDOMSA) y se comenzó a aplicar un racionamiento en el despacho del gasoil en la medianoche de hoy. Los camiones que transportan el combustibles formaban largas filas frente a REFIDOMSA, así como en las vías laterales.
Alexander Santana, un camionero que transporta de gas licuado de petróleo, expresó que la REFIDOMSA al mediodía de ayer sólo había permitido la entrada de 20 camiones para retirar combustibles, cuando el promedio diario es de 60.
Entretanto, el Sindicato Autónomo de Transportadores de Petróleo y sus Afines (SACTPA), informó que sus afiliados hacen turno de doce y hasta catorce horas para poder cargar los combustibles, lo que le produce agotamiento en los choferes a los camioneros.
Joel Matos, chofer de un camión transportador de gasolina dijo ayer que los turnos son realmente agotadores. «Entro aquí al mediodía pero salgo mañana», dijo.
De su parte, el presidente de la Asociación Nacional ce Detallistas de Gasolina, (ANADEGAS), Juan Ignacio Espaillat, dijo que con el racionamiento de gasoil se abre una «nueva dinámica» en la comercialización de los combustibles.
Estimó que las distribuidoras están aprovechando la situación para hacer un uso privilegiado de los combustibles, lo que está afectando gravemente a los detallistas.
«La Secretaría de Industria y Comercio ha sido complaciente con la Refinería porque no ha exigido que entregue el conduce de las ventas que ellos hacen», dijo.
Dijo que la Refinería no entrega el volumen total de la compra facturada por las distribuidoras.
Dijo que lo más grave es que la Refinería retiró el control de la temperatura de los combustibles. «Cuando lo denunciamos a Industria y Comercio y no hacen nada», dijo Espaillat.
La temperatura en los combustibles es importante, explico, porque una variación de unos cuantos grados puede afectar el volumen total. Si la temperatura sube el volumen del combustible será mayor.
Expresó que, además, la REFIDOMSA compra su mercancía y nadie le hace control de calidad, que llega a la población de manera inadecuada.
Añadió que las normas dicen que la gasolina tiene que ser manejada a menos de 30.8 grados Celcius, pero Industria y Comercio permite que se maneje a 32 y hasta 35 grados.
«Cada vez que mandan un combustible recalentado las pérdidas son mayores. La acción final de Industria y Comercio de no darnos una operatividad mínimammente rentable, creo que es claro que quiere destruir al sector detallista y pretende crear un monopolio absoluto» en manos de las distribuidoras, dijo.
