La reforma de inmigración del presidente Obama

La reforma de inmigración del presidente Obama

En un país que nacen 15 mil niños de origen hispanos todos los días, que 50 mil ciudadanos hispanos se incorporan todos los meses  a la lista de votantes y que existen once millones de indocumentados que viven en la oscuridad, la gran mayoría de ellos de origen hispano,  la reforma de inmigración no se puede posponer por más tiempo. Es una realidad política que demanda solución.

En el primer mandato del Presidente Obama habían otras prioridades y las condiciones políticas tampoco eran favorables.  Se estaban perdiendo 800 mil empleos todos los meses y tomó un año revertir ese proceso. Hubo que rescatar el sistema financiero  y la industria automotriz,  aprobar la reforma sanitaria y terminar la absurda guerra de Irak y  empezar a retirar las tropas de Afganistán. 

Pero ahora que las condiciones políticas han cambiado como consecuencia del resultado de las pasadas elecciones, en la cual los republicanos obtuvieron sólo el 27  por ciento  del  voto hispano. Ese 27%  los republicanos lo tienen metido en el disco duro cerebral,  porque les indica que si no apoyan las reformas al sistema de inmigración,  no habrá forma de aspirar a ganar, no sólo las futuras elecciones presidenciales,  sino también   las congresuales,  municipales y las de los  gobernadores estatales.

La reforma de inmigración que el Presidente va a presentar a la aprobación del Congreso  (siempre y cuando   la iniciativa congresual bipartidista, que se creó la semana pasada para estos fines,  no tenga éxitos)  cubre cuatro aspectos principales: primero,  continuar fortaleciendo la seguridad en las fronteras:  segundo,  tomar medidas enérgicas contra los empleadores que contratan trabajadores indocumentados:  tercero,   permitir a los inmigrantes indocumentados que no tienen antecedentes penales normalicen su estatus siempre y cuando se responsabilicen por sus acciones, paguen impuestos y aprendan inglés. En cuarto lugar, actualizar el sistema  de inmigración legal para las familias, los trabajadores y los empleadores, en otras palabras, racionalización de la inmigración legal.

En cuanto a la seguridad de la frontera, el Presidente ha duplicado el número de agentes de patrulla  fronteriza y dará  a las comunidades de la zona las herramientas para combatir a los delincuentes, entre otras cosas fortaleciendo la infraestructura, además se crearán  nuevas penas criminales en contra de las organizaciones transnacionales que trafican con drogas,  armas,  dinero y contrabando de personas a través de la frontera, lo que permitirá el decomiso de los instrumentos de estas organizaciones criminales.

Asimismo, se tomarán medidas enérgicas con los delincuentes que participan en falsificación de pasaportes y visados, también  se arreciará la deportación, al término de su condena, a los criminales internados en centros penitenciarios federales y estatales y se mejorarán los tribunales de inmigración al aumentar el número  de jueces y su personal e invirtiendo los recursos que sean necesarios para la capacitación del personal judicial.

En cuanto al segundo aspecto, será obligatorio la verificación electrónica al reclutar el empleado y se asegurará una fuerza laboral legal mediante el uso de la base de datos del gobierno federal, adicionalmente  se reforzarán los sistemas  contra el fraude y el robo de identidad.

Respecto al tercer tema, se ofrecerá a los inmigrantes indocumentados que viven en la nación una vía legal para obtener su ciudadanía que los ayude a salir de la sombra para que paguen sus impuestos y se desempeñen con las mismas reglas que los demás.  Para aquellos trabajadores agrícolas y los que entraron al país cuando eran niños, serán elegibles  y se les otorgará  un estatus provisional.

Se creará  un estricto requisito para calificar para el estatus de residente legal permanente; además, aquellos niños traídos ilegalmente podrán calificar para su ciudadanía al ingresar a la universidad o servir honorablemente en las fuerzas armadas, por lo menos dos años.

Finalmente,  la reforma premiará a los creadores de empleos y a la inteligencia internacionales, proporcionándoles  el visados a empresarios extranjeros que buscan iniciar negocios en la nación, además se les otorgará preferencias para permanecer en la nación a los estudiantes extranjeros después que hayan concluido con sus maestría en ciencias y matemáticas, o sea, el Presidente dará la bienvenida y prioridad a  la inteligencia.

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