La propia Policía Nacional, con sus métodos y procedimientos, confirma cada día que necesita una profunda reforma. Es inaplazable, urgente. La más reciente expresión de atraso ha sido presentar como rescatados de las garras del delito a dos hombres que en realidad eran policías infiltrados en una banda de delincuentes. Una policía que incurre en esa práctica añade factores a la desconfianza que siente la sociedad.

Algunas de sus respuestas al crimen organizado la desmeritan. La figura del intercambio de disparos, como justificación para aniquilar a sospechosos, muchos de ellos sin antecedentes delictivos registrados, trunca una secuencia que debe concluir en la Justicia con la comprobación y condena de las responsabilidades implícitas en los hechos bajo investigación. Está demostrado que ese método es un incentivo al uso excesivo de la fuerza.

La necesidad de la reforma está dada también porque la Policía conserva aún la estructura y el ordenamiento de carácter militar conque fue fundada. Ese diseño correspondía a objetivos de represión política bajo un régimen de intolerancia  de épocas superadas. La sociedad necesita una policía que enfatice en la investigación con el objetivo de auxiliar a la Justicia. Necesita una policía bien tecnificada y mejor remunerada. La transformación es inaplazable.

Alcohol entre menores de edad

El consumo de bebidas alcohólicas entre menores de edad es un factor de gran preocupación. Este auge se ha hecho notable hasta en la Feria Internacional del Libro, en cuyas puertas de acceso la seguridad detiene un promedio de siete muchachos por día consumiendo bebidas alcohólicas y portando objetos punzantes. El consumo incluye tanto mezclas de bebidas comerciales como preparados caseros o “bombas” de alto contenido alcohólico.

Las autoridades han hecho énfasis en la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad. El hecho de que las adquieran con facilidad indica que la campaña no está surtiendo los efectos deseados. Algunos comerciantes violan la ley que prohíbe la venta de alcohol a menores. Hay estudios que demuestran un consumo alarmante de bebidas espirituosas entre jóvenes de corta edad. Son necesarios mayores y mejores esfuerzos por detener esta tendencia entre nuestros muchachos.