Por fin, Estados Unidos se unió al mundo industrializado al aprobar y al mismo tiempo ofrecer la oportunidad a todos sus ciudadanos de adquirir un seguro de salud. Este es el drama mundial que ha tomado más tiempo en resolverse.

Mucho se ha debatido en el congreso americano y una de las preocupaciones era si el plan realmente significaba que el gobierno central se apropiara de un sexto de la economía del país.

Entonces cabría preguntarse  por qué tantas organizaciones representantes de médicos, hospitales, y la industria farmacéutica apoyaron la aprobación de la reforma o se mantuvieron neutrales. Otro interrogante es que si la reforma de la salud es una amenaza a la prosperidad económica, por qué los mercados de valores y de bonos, así como  el valor del dólar han aumentado.

Lo anterior significa que la oposición republicana a la reforma de la salud estuvo llena de malos entendidos y falsedades. Si todo sigue como fue planeado, habrá un cambio significativo en la forma en que los médicos y hospitales recibirán el pago por sus servicios.

Con la reforma se ha creado la idea de que los pagos se realizarán en base a cuan sanos los médicos mantengan a sus pacientes y cómo ellos se sumarán al uso de buenas prácticas en la profesión.

 Aunque el programa propuesto por el Presidente Obama cambiará en forma significativa la trama social norteamericana, dicho programa está muy lejos aún del sistema socialista europeo. El sistema americano se convierte en un derecho del ciudadano y una responsabilidad del gobierno y estará igualmente compartido tanto por los trabajadores como por los individuos y el propio gobierno.

De ahí, el caracter histórico de la reforma, como muy bien lo señala el  Washington Post. Dado los meses de negociaciones con el congreso americano, el Presidente Obama ha logrado una gran victoria legislativa, con la adopción de una histórica reforma de la salud. Por otra parte, el Presidente  Obama ha demostrado que un Presidente que tiene  objetivos y metas claras y define con firmeza el plan de batalla que requiere para su consecución, tiene todas las de ganar en el logro de las metas a alcanzar.

La Cámara de Representantes aprobó por 219 votos contra 212 el texto que fuera previamente aprobado el 24 de diciembre pasado por el Senado y en cierta medida este esfuerzo es la continuación de la promesa hecha por Obama durante la campaña electoral del 2008.

No obstante, un total de 34 demócratas votaron contra la reforma, mientras que 178 republicanos no votaron a su favor.

En diez años, el costo de la reforma se estima en US$940 miles de millones, y de acuerdo a estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso americano reducirá el déficit fiscal de los Estados Unidos en aproximadamente US$138 miles de millones.  

Asimismo, de acuerdo a la legislación aprobada se ha previsto una reducción de los gastos del programa de seguro médico para personas de edad avanzada o Medicare y por otra parte, deberá permitir garantizar una cobertura a aproximadamente 32 millones de ciudadanos americanos que hoy no poseen seguro médico o de salud, de los cuales nueve millones son de origen hispano.

No cabe la menor duda que el Presidente Obama centró su acción en las necesidades de la clase media y la de bajos ingresos de los Estados Unidos.

Sin embargo, esta gran victoria se logró en términos partidista y con cierta división con los demócratas conservadores y los esfuerzos de los republicanos en reencontrar su apoyo electoral en las próximas elecciones de noviembre, atacando y quitando méritos a los argumentos en contra de la ley de la reforma aprobada de salud.

No obstante, para la administración de Obama el desafío vendrá en las futuras elecciones del  mes de noviembre próximo, ya que se luchará para que no se repita el fracaso sufrido por el Partido Demócrata en Massachusetts, con la victoria de un republicano para sustituir al desaparecido Ted Kennedy y las amenazas de deserciones por parte de conservadores demócratas, todo esto unido al hecho de que aún existe cierta impopularidad en el pueblo americano por falta de información con relación a la reforma de la salud.

Pueden observarse ciertas ventajas dentro de la nueva legislación, ya que la misma promueve intercambios patrocinados por el gobierno americano. Estos intercambios podrían llegar a ser una efectiva competencia mejorando las ofertas en los planes de seguro de las grandes compañías que llevan a cabo sus propios programas, eso las motivaría a reducir los costos y ofrecerles descuentos a los empleados para que a cambio compraran sus paquetes de seguro. Entre los beneficios la pequeña empresa recibirá créditos tributarios de hasta un 35 por ciento del seguro de sus empleados.

Asimismo, la reforma convertirá al sector salud en uno de los más dinámicos de la economía en términos de empleo e inversión.

Finalmente, mirando en restrospectiva esta victoria legislativa del Presidente Obama es la más histórica en los últimos 50 años y sólo se puede comparar con la también histórica creación del Medicare en el 1975.

Habría que resaltar que durante el pasado año hubo muchas personas que cuestionaron la claridad y certeza del Presidente Obama, su gabinete y el congreso.

No obstante, la aprobación de esta reforma constituye una proeza política resultante de una combinación de factores, a saber, la determinación, focalización, flexibilidad y paciencia nunca antes vista.

Por último, tenemos la esperanza de que en el futuro en nuestro país se desarrollen esfuerzos de esta envergadura y que hagan posible que los cuidados de la salud tengan carácter universal, destinados a los mayores beneficiarios, es decir, a la población de bajos ingresos. 

La cifra

940 miles de millones.  Es el estimado del costo de la reforma en 10 años,  y de acuerdo a estimados de la Oficina de Presupuesto del Congreso reducirá el déficit fiscal de  EU en aproximadamente US$138 miles de millones

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Pacientes sanos

Con la reforma se ha creado la idea de que los pagos se realizarán en base a cuán sanos los médicos mantengan a sus pacientes y cómo ellos se sumarán al uso de buenas prácticas en la profesión. Aunque el programa propuesto por el Presidente Obama cambiará en forma significativa la trama social norteamericana, ese programa está muy lejos aún del sistema socialista europeo.

El sistema americano se convierte en un derecho del ciudadano y una responsabilidad del gobierno y estará igualmente compartido tanto por los trabajadores como por los individuos y el propio gobierno. De ahí el caracter histórico de la reforma, como muy bien lo señala el  Washington Post. Dado los meses de negociaciones con el Congreso americano, el Presidente Obama ha logrado una gran victoria legislativa, con la adopción de una histórica reforma de la salud en los Estados Unidos.