POR DIEGO PESQUEIRA
El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa, advirtió ayer que de revertirse el actual proceso de reforma al código penal «nos retrotraeríamos a una época donde la represión, el atentado a los derechos humanos, a la seguridad individual y ciudadana y la cultura del tránquelo campeaba por sus fueros».

Subero Isa estimó que se debe evitar que se produzca lo que definió como una involución en el proceso de reforma a la justicia.

La aplicación del nuevo Código Procesal Penal ha sido criticada por sectores que creen que el auge de la violencia es fruto de la denominada reforma procesal, lo cual es negado por Subero Isa.

Al pronunciar un discurso en audiencia solemne en ocasión del Día del Poder Judicial, a la que asistió el presidente Leonel Fernández, dijo que lanzaba el alerta con la misma fuerza que los «chichillos de pánico con que alborotó la casa aquel 20 de julio Lorenzo el Magnífico, el loro de cien años, del que nos habla Gabriel García Márquez, en su obra Vivir para Contarla».

En su discurso planteó, además, que se requiere de una estructura judicial fuerte, idónea y confiable, que se convierta en un verdadero muro de contención contra la corrupción, el narcotráfico, el crimen organizado, el terrorismo y otros delitos que por su naturaleza atentan contra la paz planetaria.

Sostuvo que la creación de la estructura judicial que propone sólo se puede alcanzar cuando gobernantes y gobernados tengan la debida conciencia de la importancia de la educación.

«Sólo a través de la educación podemos alcanzar un estado de derecho democrático donde el orden, la seguridad jurídica y el respeto a los derechos humanos se conviertan en condición indispensable de un sistema de derechos fundamentales plenamente garantizados, plataforma necesaria para alcanzar un desarrollo económico sostenido», apuntó.

SOBERANÍA

Dijo, además, que ante el deterioro progresivo del concepto soberanía, capaz de poner en peligro las propias nacionalidades, «nos parece que el único freno o antídoto sería el de la seguridad jurídica internacional, entendida como el respeto recíproco que se merecen los Estados».

Explicó que esto se aprecia no sólo en base a lo convenido según la tradicional regla internacional «pacta sunt servanda», sino además por el compromiso implícito en el ordenamiento jurídico internacional de reconocer y aceptar los principios fundamentales que le dan la razón de ser y existencia al propio Estado, como son la identidad nacional, individual, símbolos e identidad cultural.

En la audiencia se celebró en el nuevo edificio del Palacio de Justicia del Centro de los Héroes, Subero Isa, dijo que «los ciudadanos del mundo reclaman no solamente ser parte de una nación soberana, sino que reclaman que se les garantice sus derechos, su integridad ciudadana y su paz familiar; pero que al mismo tiempo haya garantías para sus inversiones tanto en el orden social como en el económico».

Explicó que el concepto general de seguridad jurídica internacional es capaz de proteger también nuestra propia soberanía territorial, seguridad y defensa nacionales, «pues en la medida los conflictos internacionales serán menos y la paz social global que se derive de la misma será la mejor garantía de que no habrá agresión entre los países».

REORIENTACION DE PROCESOS

Dijo que ante los constantes avances es preciso el fortalecimiento, relanzamiento y expansión de la reforma judicial, con la creación de una arquitectura moderna en nuestra área legal.

Propuso la reorientación de los procesos civiles que finalmente conduzcan a la oralidad, la viabilización y acortamiento de los plazos, la introducción de los métodos de resolución alterna de conflictos, notificaciones y citaciones vía fax y correo electrónico, así como el desarrollo de los interrogatorios en materia penal mediante video conferencias.

También la automatización de las secretarías de los tribunales, a través de una ruta electrónica entre éstas como receptoras de los expedientes y el destino de los mismos.

Al término de su discurso, Subero Isa, resaltó que en el país existe una generación de dominicanos que ha venido despertando del letargo a que generaciones pasadas se encontraban sometidas, unas por temor y otras por convicción.

«Pedimos un voto de confianza para el actual Poder Judicial y reafirmamos nuestra fe en el porvenir del país», dijo.

También resaltó los trabajos que durante el 2004 realizó la Suprema Corte, en procura del fortalecimiento del Poder Judicial.