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En el año 2013 me enteré por la prensa de la publicación del libro de mi amiga, la antropóloga Amanda Castillo “Balance de la Reforma del Estado 1996-2012, con prólogo del distinguido analista político Juan Bolívar Díaz, por lo que me apresuré a comprarlo y leerlo. Por eso, cuando me llamó para ofrecerme en venta algunos ejemplares del mismo, le dije que lo había leído y tenía serias objeciones a opiniones sesgadas suyas sobre las gestiones 1996-2000 y 2000-2004, pero preferí no opinar sobre el libro públicamente.
Sin embargo, luego recibí un trabajo publicado por el abogado francés Alain Delmas, quien basándose en el libro de Amanda, hace severas críticas a ese proceso, incluyendo a mi gestión 2000- 2004; como “quien calla otorga”, me veo obligado a hacer algunas aclaraciones al respecto.
En primer lugar debo señalar que al momento de ser designado “Comisionado de la Modernización y Reforma del Estado” en sustitución de Onofre Rojas, tenía ya una larga trayectoria en esos afanes, desde mis días de estudiante universitario, mientras complotaba para destruir la tiranía trujillista, y terminaba al mismo tiempo las carreras de Medicina y Filosofía y Letras, mención Historico-Literaria, me enfrasqué en el estudio profundo de la historia dominicana, así como de la teoría política.
Tras la Guerra de Abril del 1965, en la que participé activamente del lado constitucionalista, serví sucesivamente de Secretario General, Encargado de Planeamiento Académico, Vicerrector académico; y desde allí protagonicé un conjunto de reformas y redacté un gran número de reglamentos que transformaron cuantitativa y cualitativamente a la UASD, que aún perduran, aun cuando muchas distorsionadas con la “peleidización” de esa institución.
En 1971 mientras laboraba en París en el Instituto Internacional de Planificación Educativa (IIPE) de la UNESCO, en un proyecto de evaluación internacional de planificación universitaria, no solo hice el curso de Planificación Educativa de ese instituto, sino que impulsé el Plan Interuniversitario de Educación Media que propuse a la UNESCO en el país, que causó un gran impacto a favor de nuestra educación media y en la creación de los bachilleratos técnicos en la República de ese entonces.
En el plano político fui designado sucesivamente director de la Escuela del Partido, director de Educación y Doctrina, director de Asuntos Electorales, presidente de la Convención Nacional, presidente de la Comisión Nacional de Estrategia.
En 1994 como diputado impulsé reformas que definieron la creación de los municipios del antiguo Distrito Nacional, la Ley Electoral 275-97 avanzada para entonces y participé en diálogos prometedores en el marco de la Fundación Siglo XXI. También fui de los redactores de las leyes de Salud, Seguridad Social y de las Secretarías de Estado de Cultura, y de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, entre otras.
En el año 1997 estudié Estrategia Política Situacional en el Instituto Latinoamericano de Ciencias Sociales (ILDIS) de Caracas, Venezuela y organicé cursos similares en el país dentro del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Fue a partir de esas trayectorias que fui designado en el COPRYME y luego en el CONARE con rango de Secretario de Estado, por encima de otros candidatos ávidos del cargo en ese entonces.