La reforma educativa conlleva cambios estructurales modelo

La reforma educativa conlleva cambios estructurales modelo

El experto internacional Lorenzo Guadamuz señaló que la educación pública deberá impulsar cambios estructurales desde la escuela que respondan al nuevo currículo para romper con el modelo tradicional de enseñanza-aprendizaje que es incompatible con el desarrollo de la inteligencia.
Dijo que los cambios deberán implicar la eliminación de asignaturas y contenidos que no tienen razón de ser para concentrase en 5 u 8 áreas cognitivas.
Indicó que el nuevo currículum deberá incorporar la enseñanza de las habilidades blandas como aprender a controlar las emociones, técnicas de respiración y atención plena.
Apuntó que la metodología para este proceso deberá cambiar a un trabajo individualizado y en grupos de tres a cinco estudiantes, en el marco de un aprendizaje colaborativo, donde los profesores actuarán como facilitadores.
Guadamuz habló del tema al pronunciar la conferencia “La educación del futuro hoy” durante la clausura del diplomado “Sindicalismo para líderes innovadores”, auspiciado por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP).
Señaló que en la educación para el futuro será clave el desarrollar la creatividad, el descubrimiento, la lectura, la solución de problemas, estimular la curiosidad innata en el niño, la confianza en sí mismo y en sus potencialidades.
Dijo que la nueva educación se sostendrá en la atención individualizada, respetará todos los tipos de inteligencia y será horizontal en contraposición del tradicional modelo vertical en el cual el profesor lo sabe todo y que siempre tiene todas las respuestas.
El experto enfatizó que esta enseñanza deberá romper con el modelo pasivo de transmisión con pupitres en filas, grupo de 35 alumnos, el profesor dictando y la mayoría de veces aburriendo. “En la educación del futuro tanto el estudiante como el profesor deben aprender a reaprender y aprender juntos nuevos conocimientos”, dijo.
Agregó que “para ello debemos crear ambientes de aprendizaje, eliminar la violencia, el miedo en el aula, en la escuela, en los hogares, en las redes o en cualquier espacio virtual”.
Pocos cambios. Guadamuz manifestó que los modelos y prácticas educativas oficiales, son muy similares a los del siglo 19 y 20 e incluso muchas de las reformas no han dado los resultados esperados.
Puso de referencia que no necesariamente el solo reducir el tamaño de lo grupos ha representando una mejoría en el rendimiento escolar. Citó que tampoco el aumento de horas al calendario escolar, ni la dotación de más libros, la construcción de más aulas, ha producido efectos en disminuir la deserción, el fracaso y el rendimiento.
También criticó que las pruebas nacionales, útiles al inicio, se han perpetuado como “un modus vivendi de personas y empresas, pero no han producido cambios en la elevación de la calidad de la educación”.

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