La reforma fiscal que la cargue el vicio…

La reforma fiscal que la cargue el vicio…

Pedro Rene Almonte

Tal parece que el mayor emprendimiento que pudiera hacer un dominicano “clase media” es venderlo todo, gastarse el dinero, cerrar todas sus cuentas bancarias, escapar del sistema tributario y engancharse a “pobre”. Algo así como , de un día para otro convertirse en otro de los “más desposeídos” ; después de quedarse sólo con lo que lleva encima y unas pocas monedas , “darle cotorra” a la que alquila las piezas en el barrio y pedirle que negocie contigo una habitación , que le empezarás a pagar cuando empiecen a caer las ayudas del Estado . Dígase  ayuda del Estado, todo lo que comienza con bono, bono-luz, bono-gas, bono-todo.

De modo que , desde cierto punto de visto engancharse a pobre pudiera convertirse en un escape al sistema, que trata y a veces logra sacar a la clase media todo lo que se “gana” , que al final gana poco  , sólo sirve de intermediario entre los ricos , el Estado y los pobres … ¿ Cómo así? Sencillo , la clase media bien asalariada empleada de los ricos , llega a casa los 15 , los 25 y los 30 con el pago por el tiempo dedicado a seguir los sueños de los ricos , antes de llegar el dinero a la cuenta ya se han debitado cuchumil impuestos para financiar el sistema que administra el Estado , que permite a los ricos sacar sus dineros fuera del país y eludir el pago de impuestos y luego financiar la vida de  “los pobres” , porque el sistema debe ser solidario con los más desposeídos . Y sí el sistema debe ser solidario, pero también debe ser equilibrado, sensato y razonable. Por qué ¿Y si un día la clase media se harta y decide engancharse a pobre? Luego quién financiará al Estado que permite que los ricos paguen menos de lo que deben y que los pobres no paguen porque no pueden… El sistema se cae ¿verdad? No hay que ser Newton para saberlo.

Por tanto, muy a mi pesar y por primera vez, estoy de acuerdo con Hipólito Mejía, cuando dice que se grave más el alcohol, el tabaco y los juegos de azar. Estoy de acuerdo en que la reforma fiscal  la cargue el vicio; esto quiere decir más impuestos al “Romo”, al cigarrillo, a las loterías y a los casinos, todo lo que sea vicio. Si los genios del gobierno se enfocan en gravar los vicios, pueden ocurrir dos cosas y ambas son buenas: 1. El consumidor de los vicios que pueda pagar seguirá consumiendo, y por lo tanto el Estado recaudará más. 2. El consumidor de los vicios que no pueda pagar dejará de consumir, entonces el Estado tendrá ciudadanos más saludables y el gasto sanitario será menor en el caso del alcohol y el cigarrillo; y en el caso de los juegos de azar, veremos la delincuencia disminuir y tendremos ciudadanos más educados y productivos, si ese ahorro sanitario lo  destinamos a la cultura, al deporte y al estímulo de creación de empresas y generación de empleo juvenil.

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