La reforma tributaria

La reforma tributaria

POR FELIPE HERNANDEZ PAULUS
Esta reforma va camino a su planteamiento definitivo; pues la misma estaría planteada como borrador el 25 de julio. Mucho falta por hilar y si tomamos el discurso desde diferentes litorales, muchas cosas se mantienen en el aire que faltan por definir. Ojalá que no desmienta los términos de algunos funcionarios de que no habrá aumentos en los impuestos y aquello del consenso el cual aún carece de definición. Deben concretizarse los términos y alcances del consenso, pues el mismo debe tener un punto de partida y un final.

Los ejercicios de “reformas” en el plano tributario han vuelto diestros a distintos sectores del país, quienes sin mucho esfuerzo sólo tienen que desempolvar la anterior y actualizar a la fecha colocándose en el globo del debate del tema y lanzarse al ruedo en defensa propia. Cada sector muestra en la ocasión sus debilidades y fortalezas, pues por más equitativa que sea hay que tomar en cuenta la capacidad de cada sector para ser permeada con los tributos de que se trate.

La próxima reforma tributaria designada como integral, sin embargo, el alcance de la misma y los sectores que serían compensados están por definirse de cara al público; lo mismo que el consenso, pendiente de establecer. En fin, el proyecto de reforma definirá los matices pendientes. La presentación en firme del proyecto generará otro tipo de discusión y debate el cual es impostergable.

Distintos sectores han formulado propuestas de reforma para sensibilizar a reformadores y al Congreso Nacional respecto el perjuicio en sus actividades. Muchas veces desde el sector oficial existen posiciones equivocadas que el tiempo se encarga de evidenciar el error cometido a veces por omisión; ya que legisladores y empresarios tienen criterios propios. Sin embargo, esa no es su especialidad y fácilmente pueden errar en el tinglado de la tributación y una muestra muy evidente fue la reforma del 2001 que tuvo que ser corregida con la ley posterior.

El sector empresarial de hoy cuenta con una legítima participación en los procesos de reforma, defendiendo sus puntos de vista y exigiendo de los gobiernos, con mucha razón, un esquema de trabajo que garantice derechos, mayor institucionalidad, actuaciones más transparentes que evite el parasitismo y el clientelismo político que, al final de la jornada, paga el bolsillo de los contribuyentes.

EL GRUPO LEÓN JIMENES

Esta empresa productora de cervezas, cigarrillos y otros productos fijó posición de principio de cara a la reforma tributaria poniendo al descubierto serias carencias de los gobiernos que afectan a los contribuyentes, en el marco de obligaciones incumplidas por el Estado y los gobiernos que nos hemos gastado.

Sus planteamientos giran sobre cuatro consideraciones básicas. Comprenden: el ordenamiento, la conducción, la administración y la dirección, a las cuales debe seguir la administración pública en el manejo de la economía nacional para mayor bienestar y mejor calidad de vida para los dominicanos.

El contexto define las premisas anteriores referidas a la articulación de conceptos globales procurando una visión integral en las cuestiones de Estado y la administración de la cosa pública y el fisco o parte económica del Estado.

 Los temas enfocados bajo la citada premisa están titulados como: 1) ordenamiento del gobierno, 2) la administración del gasto, 3) el fortalecimiento del Estado de Derecho, 4) la fijación de prioridades para atender las necesidades de salud, educación y seguridad, 5) la reestructuración y rehabilitación del sistema energético y 6) la puesta en marcha de un proyecto de activación económica.

Los temas son críticos y sin desperdicios y provienen de gente con la autoridad para hablar, dado que manejan empresas que podrían tipificarse como megaempresas y con mucho tiempo de labor en ellas. Los temas tratados confrontarían el clientelismo político y el despilfarro económico, así como nuestra tradicional falta de institucionalidad y de seguridad a todos los niveles, la cual padecemos.

La propuesta contiene miras humanas en la mejoría del capital humano; olvidado frecuentemente. Otro aspecto excelentemente tratado es el que nuestros gobiernos se enfocan a obtener mayores ingresos obviando el control y la sobriedad manejando el gasto. El Grupo León Jimenes presentó una sabia propuesta conceptual y de principio, abandonando las disquisiciones técnicas propias de los aires de reformas. Bien hecho.

AGUSTIN LIZARDO OVALLE

Este profesional fue promovido a “General de Brigada Tres Estrellas” después de serias y comprometedoras batallas como contador público en el ejército de las firmas de contadores públicos internacionales. Institucionalista, persuasivo y constante; ingresó con pasión profesional a la hoy KPMG al abandonar la ferretería La Artística, escalando el rango de socio senior, al agotar todos los puestos del escalafón desde “guardia raso” como simple auditor.

La constancia y la perseverancia le han dado sus frutos y hoy es el reflejo de que la determinación y el trabajo permiten llegar a puerto seguro, aunque el punto de partida sea cero.

A Agustín se le podrá negar falta de razón respecto posiciones encontradas; pero queda sin regateos el hecho de alcanzar una de las más altas posiciones en firmas de contadores. Por conquistar un puesto que muchos ven como imposible alcanzar, está convirtiéndose en un ejemplo que las organizaciones de la contaduría pública deben reconocer, colocando de lado las banderas de las hostilidades y las desavenencias que en los últimos años ha signado el camino de los contadores públicos y creado un cisma que ha afectado la imagen de la contaduría y del propio contador.

Otros contadores públicos de diversas firmas internacionales han escalado en distintas épocas esa y otras posiciones, en épocas muy conservadoras omitían celebrar y cacarear la ocasión. La contemporización de los hechos permite poner de relieve el mismo. Ojalá que más contadores decidan trillar el camino que ha allanado Agustín Lizardo Ovalle; quizás ahora sea más fácil con tan auspicioso precedente que podría llamarse la “fórmula agustiniana” para llegar a socio.

La posición alcanzada cuenta con varios méritos como la rigurosidad de las evaluaciones en cada nivel, las competencias de los aspirantes, la capacidad de desempeño y respuesta, así como el grado profesional en el desempeño, entre otros.


hernasa@verizon.net.do

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