La reforma y los sindicatos de maestros

La reforma y los sindicatos de maestros

A lo largo de los últimos 50 años, el Sistema Dominicano de Instrucción Pública ha venido extendiéndose de más en más. El ritmo promedio de crecimiento de niños (utilizamos la palabra niños en su aceptación genérica) matriculados en el nivel inicial es de alrededor de un 12% mientras el crecimiento anual de nuestra población de infantes es de apenas 1.1%. La cuantificación de dichas oleadas muestra que sus incrementos absolutos ha venido siendo cada vez mayores, que su variación relativa es  de un orden superior al 8%, y que es en el nivel medio donde se observa el ritmo de crecimiento más alto, a pesar de que su porcentaje de escolarización  continua siendo bajo. Esas expansiones representan un logro impresionante. La misma ha beneficiado  a miles de niños y de adolescentes que no habrían tenido oportunidades similares en la llamada era de Trujillo. Pero, no se ha podido impedir que  ese acelerado crecimiento de la matrícula escolar traiga consigo graves problemas en lo que se refiere a la calidad de la educación.

Es harto sabido que el elevar la calidad de la enseñanza y aumentar las oportunidades educativas son objetivos básicos de la reforma de todo sistema de instrucción pública. Pero,  ¿Son esos dos objetivos mutuamente excluyentes? ¿Es posible estructurar un sistema de enseñanza de calidad al cual todos tengan acceso en un país como el nuestro en vía de desarrollo?

El presidente Danilo Medina comunicó a los medios de comunicación, a través de su Ministro de la Presidencia, José Ramón Peralta, que el aumento de sueldos a los profesores de escuelas, liceos y politécnicos públicos que recientemente decretara sobrepasa en un 39% de los devengados hasta entonces; también, dio a entender que su administración no dispone de más recursos para ese renglón. Nos parece muy atinada esta decisión del mandatario peledeísta. El  mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de los maestros en servicios es una (no la única) de las prioridades a atender en todo proceso de reforma de la educación, por lo que no  debe  ocurrir en un  instante, fruto de una acción repentina.

Los salarios y las condiciones de vida de los maestros en servicio pueden mejorar bastante a lo largo del cuatrienio 2012-2014.  Al parecer, el Comité Ejecutivo de la Asociación Dominicana de Profesores ha comenzado a reflexionar en ese mismo sentido, a juzgar por su decisión de retomar el diálogo con el Ministerio de Educación y reorientar su plan de lucha  en favor de una mejoría salarial de sus afiliados sin las consabidas movilizaciones, paros y huelgas que impidan la materialización de los planes de reforma. Volveremos sobre el tema. 

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