Apesar de tener una tasa de desempleo de casi 30%, las provincias del Suroeste poseen paradójicamente zonas francas que no son explotadas al máximo o que se encuentran en abandono total.
En Azua, una de ellas, el Gobierno del presidente Hipólito Mejía (2000-2004) inauguró una zona franca con tres grandes naves industriales pero sólo operó casi dos años, y ahora está abandonada.
Y en la zona franca de Barahona, sólo hay una empresa instalada (The Willbes Dominicana, Inc.) que sobrevive con dificultades en la actual crisis, cuando los pedidos de mercancías han sido reducidos entre 30 a 40%, por lo que este mes despedirá a 300 trabajadores.
El síndico de Azua, Milciades Soto, explicó que la zona franca de esta provincia inició con dos empresas, una dedicada a la fabricación de ropa interior, y la otra a empacar ropa, pero ambas se marcharon.
A su entender, esto es debido a la falta de incentivo del gobierno, del cual dice que no tiene políticas claras para que las empresas quieran invertir.
Soto comentó que en el 2005, el Ayuntamiento del Municipio Azua aprobó a unanimidad la No Objeción y Uso de suelo a la compañía Australia Investment Group LLC, para la puesta en marcha de los trabajos de construcción de la Zona Franca El Pilar, que estaría ubicada en el parque industrial de Azua, pero que luego de dicho acuerdo nada más han sabido de la empresa.
Explicó que la compañía estaba interesada en instalar una ensambladora de motores diesel y helicópteros, incluso iba a construir un centro de convenciones y un hotel para alojar a los empresarios que vinieran al país.
Nosotros le dimos todas las facilidades, hasta le bajamos la tasa que se cobra por uso de suelo, pero hemos perdido contacto con ellos, lamentó.
Destacó que el proyecto de esa empresa iba a ser una inversión grande, con una gran generación de empleos directos e indirectos que incluía todo el desarrollo comunitario alrededor de la instalación.
Para Soto, en Azua ha habido el mayor índice de inmigración a la ciudad (más de 20%), producto de que el gobierno no ha apoyado estos proyectos de generación de empleos en la provincia.
En el parque industrial de Barahona, el encargado de recursos humanos de The Willbes Dominicana, José Ramírez, informó que la llegada de esa empresa al país fue en 1988, que la compañía llego a tener hasta tres mil empleados, pero ahora sólo 900, y la reducción de los pedidos la obliga a reducir aún más este mes su nomina.
David Lee, sub gerente de la empresa, dijo que Barahona no es una zona atractiva de inversión, por su lejanía, además que es difícil competir con países asiáticos, donde la mano de obra es más barata.
Los compradores están buscando bajar el costo, pero nosotros no podemos bajarlo más de ahí, porque confeccionamos y tenemos tintorería, y los materiales no han bajado, sino que han subido bastante. En lugar de traer un pedido al país prefieren llevarlo a otro que puede bajar los costos, destacó.
Pero Lee observó que éste no es el único inconveniente,k pues también es muy costoso transportar las mercancías de importación y de exportación porque, a pesar de existir un puerto en Barahona, las navieras no lo utilizan.
La compañía recibe de 10 a 15 furgones semanales y envía de 3 a 4, cada uno con un costo de más de 20 mil pesos por transportación. Éstos son realizados desde y hacia el puerto de Haina y Puerto Caucebo, en Boca Chica.
Por la crisis internacional, The Willbes Dominicana ha perdido cinco clientes, por lo que el sub gerente de la compañía sugiere al gobierno permitir en el puerto de Barahona la llegada de buques navieros y que desde el aeropuerto María Montez se permitan vuelos internacionales que convertirían a Barahona en una zona competitiva para las zonas francas.
Zona Franca en Baní y San Cristóbal
En San Cristóbal se encuentra el Parque Industrial Itabo (PIISA) que cuenta con más de 10 mil empleados y cerca de 15 empresas trabajando. Las compañías instaladas son industrias farmacéuticas y electrónicas internacionales. Este año, según dijo la encargada de mercadeo del Parque Itabo, Denise Sena, se marcha la empresa Corning Cable Systems. Destacó que contrario a otras zonas francas, ésta es la más estable, porque no es textil.
En Baní también hay una zona franca donde laboran tres empresas, una de The Willbes Dominicana, R C K Internacional y D’BANI Internacional, según estadisticas del Consejo Nacional de Zonas Francas. En los últimos años, casi diez empresas se han ido retirando de esta zona franca. Actualmente trabajan allí casi 1,500 empleados.