La regularización y sus resultados

La regularización y sus resultados

Es oportuno reconocer que el Gobierno ha aplicado su Plan de Regularización sorteando obstáculos, mostrando flexibilidad y sufragando sus altos costos para que fuera gratuito. La Organización Internacional para las Migraciones, que representa a muchos países, ha elogiado el programa. Tras completarse el plazo de inscripción, se llega a la parte no menos importante de revisar expedientes, abriéndose un compás de espera para que una buena parte de los que se inscribieron a medias puedan completar trámites, en 45 días, unos, y hasta en dos años otros que se identificaron con pasaportes. El propósito de organizar a los inmigrantes lograría mejores resultados si el Estado haitiano fuera mínimamente eficiente al expedir identificaciones.

Solo quienes son movidos por prejuicios pueden pretender mayores frutos en momento sen el que otros Estados avanzados están viendo que el problema migratorio se torna inmanejable. Por lo demás, nuestras autoridades dejan claro que no se proponen recurrir a deportaciones masivas, comprometiéndose a tratar individualmente cada caso, un trabajo colosal que debe ser puesto en buenas manos y desarrollado con rigor y paciencia, para lo cual ya se dispone de un personal entrenado y equipado con unidades apropiadas de transporte y centros de alojamiento provisionales. Para hacerlo todo como mandan las leyes soberanamente puestas en vigor.

A LA MEMORIA DE DOÑA GLADYS 

Gladys Gutiérrez, ex secretaria de la Mujer, llegó a tener categoría de símbolo de sacrificio y valentía como víctima de persecuciones e injustos encarcelamientos; viuda a causa de una de las desapariciones ocurridas bajo la acción de fuerzas incontrolables en los doce años (1966-1978) del Presidente Balaguer. Ella conmovió a la nación peregrinando por el territorio nacional para dar con su esposo, Henry Segarra, o con sus restos que nunca aparecieron. Gladys, que acaba de fallecer, hizo causa con el Partido de la Liberación Dominicana. Sobrevivió sin rencor a las amarguras con sentido de humildad, dando siempre un rostro amable y de participación constructiva a la función pública hasta su retiro. Respetada y venerada por los vejámenes sufridos. Su deceso causa pesar. Expresamos nuestras condolencias a sus deudos y partido. Paz a sus restos.

 

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