La reina Isabel alquila parques y palacios durante los Juegos Olímpicos

La reina Isabel alquila parques y palacios durante los Juegos Olímpicos

LONDRES. AFP.  La reina Isabel II, que también nota la crisis, aprovecha las oportunidades que generan los Juegos Olímpicos de Londres alquilando algunas residencias reales para recepciones y el parque del castillo de Windsor para acampadas con el objetivo de hacer un poco de caja.  

El Comité Olímpico Ruso eligió domicilio en Kensington Palace, la futura residencia londinense del príncipe Guillermo y de su esposa Catalina, para convertirlo en un gran escaparate de la cultura de su país.  

De acuerdo con el tesorero de la soberana, Sir Alan Reid, la zona de aterrizaje de helicópteros y la zona verde aledaña al palacio albergarán ‘stands’ de cocina rusa, un escenario para espectáculos y zonas de picnic. Por la noche, estarán reservadas para recepciones privadas con capacidad para hasta mil invitados.

El alquiler de Perks Field permite «aumentar los ingresos» de la realeza «en un periodo en que su presupuesto ha sido reducido», explicó a la AFP un portavoz del palacio de Buckingham.  

Una referencia a la bajada histórica del nueve por ciento en cuatro años de los fondos públicos acordados a la familia real para sus desplazamientos y compromisos oficiales.  

Buckingham Palace declinó revelar el monto del alquiler de Perks Field, pero los rusos pagaron un depósito de 250 mil libras (386 mil  dólares, 316 mil euros), según documentos citados por el diario Daily Telegraph.  

También se comprometieron a «respetar este lugar histórico y único». «Las instalaciones temporales y su utilización serán de una calidad que tomará en cuenta el carácter especial del lugar», según el permiso depositado en la alcaldía de Chelsea y Kensington consultado por la AFP.  

Otra opción para los que no tienen problemas de dinero es alquilar los «apartamentos de Estado» del palacio de Saint-James de Londres, para recepciones de negocios.

Una primicia desde la construcción de este edificio de estilo Tudor hace cinco siglos, según el palacio de Buckingham.   Pero sólo las empresas que tienen «vínculos demostrados con la familia real» podrán reservar los salones, precisó el palacio sin dar más detalles.  

Según el Daily Mail, el alquiler podría rondar las 30 mil  libras (46 mil  dólares, 38 mil  euros) diarios.  

Para los amantes del deporte, el palacio de Saint-James está idealmente ubicado, a pocos minutos a pie de la cancha de voleibol de playa y a dos pasos de la meta del maratón y de la prueba de ciclismo en ruta, en el Mall, la avenida que une la plaza Trafalgar al palacio de Buckingham.

Para todos los bolsillos.  Windsor Great Park, el antiguo coto privado de caza de la familia real situado junto al castillo de Windsor, donde la reina pasa la mayoría de los fines de semana y parte de sus vacaciones, se transformará por su parte en un cámping gigante.  

Por 40 libras (61 dólares, 50 euros) por noche, cualquiera podrá plantar una tienda de campaña o estacionar su roulotte o su autocaravana en el parque real.  

«No pasa cada día que uno pueda acampar en Windsor Great Park», se entusiasma Jon Dale, del Club británico de cámping, encargado de administrar el lugar.

«El lugar es pintoresco. ¡Mucha gente dice que es como acampar en el jardín de la reina!».   Pegado a Long Walk, la avenida rectilínea de cuatro kilómetros que lleva a la imponente estatua de Jorge III en el castillo, el cámping está situado a 45 minutos del centro de Londres, pero a escasos kilómetros de las pruebas de remo y de canotaje.  

Se han previsto casi 300 emplazamientos, así como aseos y duchas portátiles.   En el origen del proyecto está el Crown Estate, el organismo que administra las propiedades de la Corona. «Nos contactaron para ver si la idea era viable», explicó Jon Dale a la AFP, negándose sin embargo a revelar las condiciones financieras del acuerdo. El Crown Estate habla por su parte de un alquiler «simbólico».  

«Podríamos recibir la visita de un miembro de la familia real en algún momento, pero no quiero decir demasiado», dijo Jon Dale, recordando que el esposo de la reina, el príncipe Felipe, de 91 años, patrocina el Club de cámping.  

«Estaría bien evidentemente que el buen tiempo acompañara», agregó cuando el país registra récords absolutos de pluviosidad.  

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