LONDRES (EFE).- La Reina Isabel II ha desairado a su futura nuera, Camilla Parker-Bowles, marginándola de los preparativos de su boda con el heredero del trono, Carlos de Inglaterra, afirma el diario Daily Express.

Según el periódico, la soberana británica no ha visto a Camilla desde que se anunció su compromiso con el príncipe de Gales, lo que indica que continúa la tensión en las relaciones entre ambas mujeres.

Un funcionario del Palacio declaró al periódico que no parece que Isabel II tenga de momento ningún plan para ver a quien se convertirá en su nuera el próximo 8 de abril.

La Reina está enojada, según la prensa británica, por lo chapucero de los preparativos de la boda civil, que en un principio iba a celebrarse en el castillo de Windsor, pero que se decidió luego trasladar al Ayuntamiento local, lo que presenta problemas de seguridad adicionales.

Tampoco contribuyen a su tranquilidad las dudas expresadas por un historiador experto en leyes de familia sobre la legalidad de un matrimonio exclusivamente civil de un miembro de la realeza, que contradicen la seguridad expresada al respecto por el Gobierno.

Un ayudante del palacio de Buckingham trató de relativizar el hecho de que la Reina y Camilla no se hayan visto últimamente al explicar que Isabel II «es una mujer muy ocupada y Camilla tiene que preparar su boda».

Sin embargo, insiste el Daily Express, nadie en palacio sabe explicar por qué la Reina, que es quien se ocupa de organizar la recepción en Windsor, no se ha reunido con Camilla para celebrar el compromiso de matrimonio y discutir los planes de boda.

Según el periódico, la primera prueba de cómo están las relaciones podría producirse en la próxima Semana Santa cuando la familia real pasa tradicionalmente sus vacaciones en Windsor.

Sin embargo, dice el Daily Express, es muy probable que Carlos le evite una situación comprometida, llevándose a sus dos hijos a esquiar, lo que dejaría a Camilla en casa con sus propios hijos.

El periódico compara la actitud de la Reina para con Camilla con la que mostró hacia la primera esposa de Carlos, Diana, o Sarah Ferguson, ex esposa del príncipe Andrés, o Sophie Rys-Jones, actualmente casada con el príncipe Eduardo.

Todas sus nueras eran visitantes asiduas de las residencias reales de Sandringham y Balmoral.

La frialdad hacia Camilla es compartida por otros miembros de la familia real: así, según el periódico, la princesa Ana, hermana de Carlos, tiene previsto supuestamente asistir a un acontecimiento ecuestre el mismo día de la boda, y Eduardo está comprometido a otra cena, que podría o no anular.

Como contraste y para consuelo de quienes simpatizan con Camilla, la Reina, como cabeza de la Iglesia de Inglaterra, planea ordenar que se incluya a Camilla, después de que contraiga matrimonio, en las oraciones por los miembros de la Familia Real durante los servicios religiosos.

El Daily Express adelanta que esa decisión podría irritar a los nostálgicos de Diana de Gales, a la que Isabel II marginó de las preces oficiales cuando se divorció de Carlos.