Estar relajado contribuye a mantener la mente sana y la espalda preparada para moverse. Tome breves recesos a menudo; camine de un lado a otro, estírese, cambie de actividad. Además, pruebe los siguientes consejos.
Practicar respiraciones profundas es un ejercicio sencillo para reducir el estrés; puede hacerlo en casi cualquier situación que necesite relajarse.
Inspire lentamente por la nariz, dejando ensanchar los pulmones y el abdomen.
Sostenga la respiración por 23 segundos.
Espire lentamente por la boca hasta que sienta los pulmones vacíos. Repita el ejercicio 34 veces.