La rendición de cuentos del  Presidente

La rendición de cuentos del  Presidente

El día 27 de febrero, el presidente  Fernández ofreció un banquete de lo que es especialista: ¡cuentos!  De cuentas no hubo nada…

 Leonel nos inició su narrativa del  27 con su “observación” desde los cielos de Santo Domingo en helicóptero de su “Nueva York Chiquito”, lleno de rascacielos por obra y gracia de su taumaturgia. Lástima que al parecer estaba escaso de combustible y solo pudo recorrer el 10% del Distrito Nacional (10 Km2) donde se circunscribe la parte presentable del Gran Santo Domingo.

En esas grandes torres abundan por cierto los jerarcas en esta meca caribeña del narcotráfico y el crimen organizado, con sus socios dominicanos, entre los que no faltan altos funcionarios civiles y militares que han prosperado sorprendentemente en los últimos ocho años.  Por supuesto que el resto de la urbe, con sus casuchas, carencias de servicios, calles cuasi destruidas, inseguridad y miserias no pudieron ser vistas desde esas alturas de la atalaya presidencial. El Presidente se refocila con sus cuentos que poca gente cree, de altas cifras en la producción agropecuaria, cuando es palpable el abandono del campo del gobierno y del campesino; cuando hasta el café, el pollo, el arroz y las habichuelas se importan  para beneficiar a  funcionarios con importaciones que arruinan  productores.

El Presidente proclama el incremento del producto interno bruto y esconde que ese dinero se concentra en una minoría cada vez más pequeña, mientras las grandes masas dominicanas sufren las peores carencias, pierden sus empleos y se convierten en chiriperos y buscavidas.

No dice que cuadruplicó los impuestos, el desempleo rampante; la educación y salud de ínfima calidad, cuando la tienen, el altísimo costo de la vida; la inseguridad ciudadana; la prevaricación en la justicia, la extorsión y violencia de las autoridades; la corrupción generalizada; así como la violación descarada de leyes y normas.

Dice haber propiciado una revolución democrática, cuando en realidad manipula de forma despótica todo el poder del Estado; cuando ha endeudado al país que se requerirá de varias generaciones de dominicanos para pagar. El Presidente no explica por qué ha multiplicado por siete el gasoil, por cuatro la gasolina y por cinco el GLP, por diez la nómina del Estado; por cinco y más los salarios millonarios de sus  jerarcas, ni por qué tiene más de 200 funcionarios con cargos de salarios ministeriales, más de 600 viceministros y más de 1000 en puestos diplomáticos y consulares; ni cómo se pierden más de cien mil millones de pesos por la corrupción y por qué la tasa de ahorro nacional es del 3%, y en 2004 superaba el 25%.  Ni por qué nuestra tasa de homicidios y robos se ha duplicado en los últimos 8 años; o cómo el déficit de viviendas ha aumentado más de 100 mil.

Estas y otras preguntas quedaron sin contestar, de su rendición de cuentas.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas