Al momento de escribir estas líneas, la tasa de rendimiento de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos a 10 años se ubica en 4.55 %. Durante todo el 2024, se mantuvo oscilando entre 4 % y 4.3 %, e incluso alcanzó un pico reciente de 4.78 % el 10 de enero de 2025. La pregunta en cuestión es: ¿Por qué los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años de los Estados Unidos están aumentando?
Una de las causas son los aranceles anunciados por el presidente estadounidense Donald Trump. Trump había anunciado aranceles sobre las importaciones chinas de alrededor del 60 %, así como sobre otros países de los cuales EE. UU. importa en grandes cantidades, como México y Canadá, que a partir del 1 de febrero enfrentarán aranceles del 10 %.
El efecto de esta medida es un posible aumento de la inflación en EE. UU. Es importante destacar que Trump puede o no imponer estos aranceles, pero los mercados financieros son inestables y volátiles, y operan en función de expectativas futuras, no de lo que está sucediendo en el presente. Los inversionistas esperan mayores rendimientos al invertir en bonos cuando temen un aumento de la inflación, como una forma de compensarse por el incremento en los precios.
Las políticas migratorias de Trump podrían tener repercusiones inflacionarias en el futuro. El presidente propone imponer restricciones a la inmigración y también planea tomar medidas enérgicas contra los cruces ilegales en la frontera con México. Esto podría provocar una escasez de trabajadores y, en consecuencia, un aumento en los salarios, lo que generaría un efecto inflacionario. Nuevamente, queda por ver si estas medidas se implementarán y mantendrán en el tiempo. Sin embargo, como mencioné, los mercados son volátiles y reaccionan según expectativas futuras.
La reforma tributaria que planea implementar la administración de Trump contempla un recorte de impuestos, lo que se espera que aumente el déficit fiscal. Para financiarlo, el gobierno estadounidense tendrá que emitir más bonos. El efecto inmediato de esto es el siguiente: a mayor emisión de bonos, mayor será la oferta de estos; a mayor oferta, menor será su precio y mayor su rendimiento. Recuerden que los rendimientos de los bonos y sus precios se mueven en sentido inverso. Podemos pensar en el rendimiento como el costo que el gobierno asume al endeudarse.
Otro factor que está impulsando el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense es la falta de cooperación entre los principales bancos centrales del mundo. Por ejemplo, el Banco de Japón anunció un aumento de su tasa de política monetaria en 50 puntos básicos. Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) implementó una política de ajuste cuantitativo, lo que implica que el banco central vende bonos gubernamentales a los bancos comerciales y absorbe la liquidez del sistema. Como resultado, los bancos tienen menos dinero para prestar y, por lo tanto, aumentan las tasas de interés, lo que contribuye a frenar la inflación.
Por otro lado, la Reserva Federal de los Estados Unidos anunció al final de esta semana que mantendrá sin cambios los tipos de interés.
Como expresó el gestor financiero estadounidense Ray Dalio en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza: “La mayor amenaza para la economía mundial en estos momentos es la inflación”. Por esta razón, creemos que muchas de las medidas económicas de la administración Trump, como el aumento de aranceles a las importaciones y las restricciones migratorias, podrían ser suavizadas. En caso contrario, una espiral inflacionaria en medio de la falta de sincronización entre la política fiscal y monetaria no solo tendría repercusiones devastadoras para la economía, sino también para los mercados financieros.
Y esto es algo que el presidente valora mucho, ya que su imagen política se ha construido en torno a la prosperidad económica. De hecho, un deterioro en la estabilidad económica podría minar su base de apoyo político, dado que fue elegido, en gran medida, con la promesa de generar crecimiento económico en los hogares estadounidenses.
Como dice un conocido refrán en economía:
“Cuando Estados Unidos estornuda, el mundo se resfría”.