La responsabilidad del equipo económico

La responsabilidad del equipo económico

La década de los noventa representó para la República Dominicana un periodo de prosperidad, caracterizado por el mejoramiento de las condiciones de vida de los dominicanos en todos los órdenes. El país creció y los ciudadanos mejoraron sus niveles de ingreso, lo que contribuyó a reducir los niveles de pobreza, ampliándose y fortaleciéndose la clase media. Pero los prósperos noventa se fueron y al entrar en los primeros años del nuevo siglo el país comenzó a experimentar una sucesiva oleada de problemas que nos han conducido a una de las peores crisis económicas de toda nuestra historia.[tend]

Desde el gobierno, varios funcionarios, entre ellos el secretario técnico de la presidencia, Lic. Carlos Despradel, señalan que la semilla de la destrucción de la estabilidad macroeconómica y, por tanto, de los graves problemas económicos que hoy confrontamos, hay que buscarla en el periodo 1996-2000. Despradel ha dicho que la actual crisis venía con Baninter o sin Baninter porque, entre otras razones, en el periodo pasado se cometieron una serie de excesos que estaban llamados a afectar la estabilidad de la economía en el futuro inmediato.

Para muchos, que dentro del gobierno buscan eludir la responsabilidad del actual equipo gubernamental en la génesis y profundización de la presente crisis, el cuatrienio pasado, el mas prospero de los últimos siete periodo presidenciales, es el culpable de la actual desgracia nacional y por lo tanto una buena parte de la responsabilidad por lo que está ocurriendo en el país le corresponde a los que gobernaron entre 1996 y el 2000.

Aunque esta es la línea comunicacional del gobierno, hay momentos en donde los funcionarios, enfrentados a un público conocedor de los problemas nacionales, están obligados a decir la verdad. Uno de esos momentos se produjo en ocasión del discurso del gobernador del Banco Central ante la Cámara Americana de Comercio, el 28 de mayo del presente año. Ese día, al evaluar el desempeño de la economía dominicana durante el 2002, José Lois Malkun dijo lo que se copia textualmente a continuación:

«Es cierto que perdimos más reservas de lo aconsejable. Una política monetaria muy expansiva se ejecutó en el 2001 y continuó durante el 2002, pues se perseguía una reducción acelerada en las tasas de interés, objetivo a todas luces incompatible con las perturbaciones externas que enfrentábamos».

«La flexibilidad monetaria prosiguió, a pesar de la decisión tomada por el Gobierno dominicano de incursionar en el mercado de capitales, a través de una colocación de bonos soberanos que permitieran finalizar muchas de las obras públicas paralizadas».

«Desde que el Gobierno anunció en febrero del 2001 su intención de ir al mercado de capitales, era indispensable variar gradualmente la política monetaria, a fin de irla restringiendo. De esa manera, el empuje fiscal que generaría el uso de los recursos de los bonos soberanos sería compensado, parcial o totalmente, por una mayor restricción de la política monetaria».

«Lamentablemente, las cosas no ocurrieron así, gravitando en ello factores internos, no calculados en la ecuación, que amenazaban, como un fantasma, la estabilidad macroeconómica».

«La confluencia de políticas monetarias y fiscales expansivas, en un entorno internacional desfavorable, ejerció una presión excesiva sobre las reservas internacionales y la tasa de cambio. Las pasadas autoridades monetarias (se refiere al equipo de Frank Guerrero Prats) optaron por perder reservas durante los primeros 9 meses del 2002, reduciendo en los meses siguientes la intensidad en el uso de las mismas».

«La provisión de liquidez a BANINTER a través de redescuentos del Banco Central, que tuvo lugar en el último cuatrimestre del 2002 y el uso de una parte considerable de esa liquidez para comprar divisas y realizar pagos y transferencias al exterior, acentuaron las presiones sobre la tasa de cambio. Es en ese periodo donde comienza a surgir en la ecuación el inesperado caso BANINTER».

Este enfoque del problema es muy claro y es el correcto. La crisis venia con Baninter o sin Baninter, pero no por lo que dice Carlos Despradel sino porque la confluencia de políticas monetarias y fiscales expansivas, en un entorno internacional desfavorable, tal y como lo expreso Malkun en el discurso citado, estaba llamada a explotar por algún lado y explotó por Baninter. Si este gobierno hubiese sido prudente en el manejo de la política fiscal y la política monetaria hoy no estuviéramos enfrentando los graves problemas que nos afectan a todos. Lamentablemente, como dice Malkun, no fue así y por eso se perdió la estabilidad macroeconómica.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas