La responsabilidad es de los partidos

La responsabilidad es de los partidos

El juego no lo ganan los árbitros, aunque sí pueden provocar la pérdida de la competencia.
El doctor Roberto Saladín Selín argumenta que tenemos la experiencia de 21 procesos electorales, parece olvidar que la mayoría han sido manchados por la corrupción, la compra de funcionarios, la compra de votos y decisiones muy desafortunadas del árbitro nacional, la Junta Central Electoral.
Siempre que el gobierno participa como contendor, los resultados reales son arrebatados, con la intervención del oro corruptor, y el uso indebido e inconstitucional de las Fuerzas Armadas y la Policía, en favor del candidato oficial.
La única vez que no se ejerció el malsano derecho al pataleo, ocurrió cuando el presidente Hipólito Mejía evitó el trauma poselectoral y reconoció que había perdido las elecciones.
El doctor Saladín recuerda que el derecho al voto es sagrado y está garantizado en el país, por la junta Central Electoral. ¿Qué puede garantizar la Junta Central Electoral? ¿Con qué fuerza cuenta?
A Napoleón Bonaparte, enfrentado al inmenso poder espiritual del Papa de Roma se le atribuye la frase: ¿Cuántas divisiones militares tiene el Papa?
La más relevante y pública intervención de las Fuerzas Armadas, en función de Policía Electoral, se produjo cuando interrumpieron el conteo de los votos en 1978, en busca de favorecer a Joaquín Balaguer, candidato del gobierno.
En el 2012 la Policía Electoral sirvió para acostar en la calle a un general retirado que favorecía la candidatura triunfante de la oposición, mientras le apuntaban en la cabeza con una ametralladora. ¿A esa garantía se refiere el doctor Saladín?
Que el voto será libre y transparente lo garantiza el pueblo que ejerce el sufragio con orden, respeto y alegría, no es tarea de la JCE, es la voluntad libre de los electores.
Desde el primer nivel, son los partidos, y no la JCE, los responsables de que el voto sea ejercido con absoluta libertad, en favor de los candidatos preferidos por los votantes. Pero he ahí que, en los ojos de la Policía Electoral y de los funcionarios de los partidos, hay quienes compran y hay quienes venden los votos, como si se tratara de un plátano.
Son los partidos los responsables de elegir, con buen tino, y con un máximo de seguridad, a sus representantes en las mesas electorales para que no se vendan, para que reporten a sus organizaciones los resultados finales de sus lugares de votación, sin confianza en las autoridades electorales sino en los propios números de cada organización.
La responsabilidad de elecciones limpias y transparentes y conteo veraz de los votos, es de los partidos.
Los jonrones y los ponches los dan los bateadores y los lanzadores. Los árbitros cuentan bolas y “strikes”, “safes” y “outs”.

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