II de III

La repuesta de Eduardo Jorge Prats a mi reacción ante su invitación a que yo y otros imitaran al Papa, quien renunció según él para dar paso a la juventud, confirma que la palabra debe servir para decir la verdad y no para encubrirla: Veamos.

1. No soy dirigente del PRD, cuya condición abandoné para dedicar más tiempo a actividades académicas incluyendo publicar mis libros (ya van 49) y de mi padre Gustavo Adolfo; aunque soy militante del partido. He contribuido como el que más a que surja una juventud capacitada y militante, para que no se le dé paso a oportunistas avivatos. Para todo ello y para sostener a mi larga familia, he debido trabajar 16 horas diarias durante 50 años

2. No sé si Jorge Prats, al hablar de gerontocracia quiso criticar al Papa porque asumió la Santa Sede con 79 años: y a los Arzobispos dominicanos porque prestan sus servicios a sus fieles bien pasados los 70 años; o si no quiere que me retire de funciones directivas hasta a los 86 años como el Santo Padre; es decir, dentro de más de diez años; o quizás porque entiende que Hipólito Mejía debe permanecer otros 15 años como dirigente político.

3. Como Jorge Prats confirma en lo esencial su reiterado transfuguismo, aunque con otras palabras, estas solo aclaran que en 1982 entró al PRD de la mano de su tío el ex presidente Salvador Jorge Blanco, pero 30 años después propició el ritual de expulsión de su primo hermano Orlando, hijo de Salvador. Creo que su meritorio padre Perucho se habrá revuelto en su tumba por ese acto.

4. Soy un asiduo lector de periódicos, pero no recuerdo haber visto un pronunciamiento de Jorge Prats contra el intento reeleccionista de Hipólito, a quien aprecio por su calidad humana y realizaciones, especialmente comunitarias, pero me opuse tenazmente a sus pretensiones de reelegirse en el 2004.

5. Parece que mi contradictor confunde a veces la gimnasia con la magnesia. Yo fui elegido candidato a diputado por la Comisión Política del partido, para uno de los curules reservados para los dirigentes nacionales. Como siempre sucede, al final se producen las presiones de otros para ser incluidos, a lo cual me enfrenté con la claridad con que siempre actúo. Jorge Prats en cambio sí fue puesto como candidato de dedo por Hatuey, y por cierto hizo campaña utilizando como consigna una de mis banderas de lucha cívica, lo que consideré un honor, ya que en política las ideas son para compartirlas. Lo del 15 % de simpatías quedó muy lejos en los votos que se contaron

6. Nunca me enteré del organismo de dirección del PRD que autorizó la designación de Eduardo Jorge Prats en la Comisión de Juristas designada por el Dr. Leonel Fernández para redactar un proyecto de Constitución con el claro objetivo de este eternizarse con el PLD en el poder, aunque disfrazada de avance democrático, según su estilo. Ni tampoco con qué normativa partidaria se justificó el llamado Pacto de las Corbatas Azules, ya que el suscribiente (Vargas) no era en ese momento Presidente ni candidato presidencial. ¿Cómo se llama eso?…