La respuesta del director de la CIA a acusaciones de tortura

La respuesta del director de la CIA a acusaciones de tortura

WASHINGTON, AP. En respuesta a un informe del Senado sobre torturas aplicadas por la CIA, el director de la agencia reconoció el jueves que se emplearon técnicas “aborrecibles” sobre sospechosos de terrorismo e indicó que se desconoce y “es imposible saber” si los duros interrogatorios sirvieron para obtener datos cruciales de inteligencia que pudieran haberse recabado de alguna otra forma.   

En una inusual conferencia de prensa televisada, Brennan inició su explicación pública —una rareza para esta agencia, que por su naturaleza suele dejar todo en secreto— recordando los horrores de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la determinación de la CIA para evitar más ataques de ese tipo y el hecho de que oficiales de la agencia fueron los primeros en luchar en la guerra de Afganistán y murieron pronto allí.

La CIA, señaló, “hizo muchas cosas bien” en una época en que no había “respuestas fáciles”.    Brennan criticó en múltiples frentes la investigación efectuada por la comisión de inteligencia del Senado.

Dijo, por ejemplo, que le parece “lamentable” que la comisión no haya entrevistado a ningún miembro del personal de la CIA para preguntarle “qué pensaban ustedes” y “cuál fue el cálculo que utilizaron” para determinar cuáles técnicas de interrogación usarían. Sin eso, indicó “uno pierde la oportunidad de comprender realmente qué estaba pasando en esa época”.

Aun así, en el controvertido punto central del informe de esta semana —su conclusión de que ninguna de las torturas ni otros métodos brutales de interrogación produjeron datos de inteligencia cruciales que hayan salvado vidas— Brennan dijo que no puede demostrarse que así haya sido o que haya ocurrido lo contrario.

A ese respecto, no hizo las afirmaciones de otros funcionarios que han defendido al programa de la CIA de que los duros métodos salvaron miles de vidas estadounidenses y proporcionaron el avance decisivo para hallar a Osama bin Laden, el cerebro de los atentados del 11 de septiembre.

De hecho, sí se obtuvo información valiosa luego de los duros interrogatorios, indicó Brennan, incluido algo sobre bin Laden. Pero dijo también que era imposible saber si los detenidos proporcionaron dichos datos debido a las “técnicas de interrogación mejoradas”. Indicó que la relación causa-efecto es “desconocida e imposible de saber”.

Brennan se negó a decir si considera que las técnicas equivalen a tortura, e incluso se negó a usar esta palabra en sus 40 minutos de afirmaciones y respuestas a preguntas.

Mientras él explicaba sus objeciones al informe, la oficina de la senadora Dianne Feinstein, jefa de la Comisión de Inteligencia del Senado, lanzó una andanada de tuits en los que rechaza sus palabras. Uno decía que “cada hecho” en el informe del comité se basó en registros de la CIA, cables u otra evidencia.

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