La Restauración: Una fiesta a la dominicanidad

La Restauración: Una fiesta a la dominicanidad

Hola amiguitos. Dios les bendiga rica y abundantemente. En esta edición vamos a conocer el acontecimiento histórico que nos devolvió la soberanía en el año 1865.

El 16 de agosto de cada año nuestro país se viste de fiesta y la Bandera Nacional adorna los edificios de instituciones públicas y privadas, y ondea en los balcones de muchos hogares que, con regocijo, celebran la  Restauración de nuestra independencia.

Y es que en el 1861,  la  bandera  dominicana se arrió para, en su lugar, izar la de España, luego que  el entonces Presidente de la República, general Pedro Santana, cediera voluntariamente a dicho país todos los derechos que nos constituian como  república libre, convirtiéndonos nuevamente en colonia española, a través de la anexión.

Durante ese período el país sufrió una crisis económica progresiva que afectó todo el comercio; se suprimieron los derechos individuales y el principio de la libertad; también se puso de manifiesto la intolerancia religiosa y el aumento del prejuicio racial hacia los nativos, entre otras barbaridades.

Nuestro prócer Francisco del Rosario Sánchez fue uno de los mártires de esta guerra dominico-española, ya que  fusilado por defender los ideales patrios. Las protestas del pueblo frente a estos acontecimientos, su amor al suelo patrio y a la libertad impulsan a Gregorio Luperón a unirse a las acciones conspirativas contra el gobierno español.

Este  hombre, de un fuerte sentido patriótico y de gran valor, por sus méritos fue designado Jefe Superior de Operaciones en  la Provincia de Santo Domingo, donde se bate frente al ejército español, que era comandado por Pedro Santana. Los dominicanos  derrotaron, finalmente,  a las poderosas y disciplinadas tropas españolas,  que nunca encontraban al enemigo en una batalla frontal.

Hoy día numerosas calles y provincias de nuestro país llevan el nombre de muchos insignes hombres que entregaron sus fuerzas y sus vidas por la causa más noble que puede existir, la libertad.

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