La resurrección de don Hipólito

La resurrección de don Hipólito

Al ganar la nominación presidencial de su partido, don Hipólito Mejía ha actuado como un estadista, en contraste con el desafortunado pataleo de Miguel Vargas Maldonado, pero ahora tendrá que emplearse a fondo para mantener al Partido Revolucionario Dominicano unido.

Una división no resulta difícil de imaginar tras la desafortunada declaración de Vargas Maldonado reclamando pobremente haber ganado la XXIX Convención del PRD del domingo pasado. Otro reperpero de ese partido podría llevar a la democracia dominicana al borde del unipartidismo. 

El reclamo absurdo de que 200,000 peledeístas habrían votado a favor del ex presidente Mejía es un argumento pueril y que debería darle vergüenza a quienes lo han inventado, pues asumen que el PLD prefiere que el PRD lleve a “Papᔠde candidato dizque porque vencerlo sería más fácil que ganarle a Vargas Maldonado.

Y simplemente no es así, puesto que Mejía es muchísimo más carismático que Miguel y cuenta con más aceptación que Miguel entre el empresariado, que no acaba de digerir a parte del equipo de Miguel. Don Hipólito será un hueso mucho más duro de roer que Miguel. 

Los datos extraoficiales atribuían “un triunfo arrollador” a Mejía, quien habría ganado en 25 de las 32 provincias, con el 57% de los votos emitidos, según publicó ayer Noticias SIN.

Y poco después Emmanuel Esquea, presidente de la comisión electoral del PRD, proclamó a don Hipólito como ganador de la convención, con más de 53% de los votos, declarándolo formalmente candidato presidencial del PRD.

La verdad que la reacción de Vargas Maldonado es una muestra de cómo habría sido una eventual presidencia suya, con un entorno de gente combativa que difícilmente acepta perder, y que ahora tendrá que reconsiderar muchas de las bellaquerías que se les atribuyen. El “ja jᔠcon que pretendieron fuñir a “Papᔠdebe estar resonándoles en los oídos, porque ahora “Papᔠestá de verdad de “ja ja jᔅ.

La resurrección política de Mejía es un fenómeno digno de estudio y análisis, del cual podrían el gobierno y el PLD sacar muchas lecciones. Para permanecer en el poder, el candidato del PLD deberá poseer no sólo la capacidad de convencer sino de conectar emocionalmente como lo hace “Papá”.

Es paradójico que Miguel acuse al PLD de ayudar a Mejía, cuando él mismo, dividiendo al PRD, les haría el mayor favor.

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