La encía es la parte de la mucosa oral, de color rosado, que recubre las arcadas dentarias y el espacio inter dental, puede ser adherida o libre. La enfermedad más común que le afecta es la enfermedad periodontal.

En condiciones normales la encía bordea los cuellos dentarios; cuando esta se aleja de los mismos es lo que se conoce como retracción gingival.

La retracción gingival es un proceso lento y gradual que puede estar presente a cualquier edad, sin embargo es más común en los adultos. Diferentes causas dan origen a este trastorno, entre las más comunes están: cepillado incorrecto, aplicando fuerzas excesivas o con elementos inadecuados, por ejemplo: un cepillo dental con filamentos duros; tratamientos ortodónticos en pacientes con encías finas; traumatismo oclusales; mal posición dentaria; bruxismo; prótesis y/o rehabilitaciones mal adaptadas y enfermedad periodontal.

Hay un porcentaje mínimo de casos sin una causa aparente, sin embargo el porcentaje mayor está asociado a malos hábitos de higiene oral.

La retracción gingival está íntimamente ligada a la caries cervical, la hipersensibilidad dental y problemas estéticos. El cemento de la raíz de las piezas dentarias no resiste estar expuesto al medio ambiente, es muy susceptible a la caries dental y sensible a los cambios térmicos, por otro lado una sonrisa estéticamente agradable amerita de armonía y uniformidad de la línea que trazan las encías en cada arcada dental.

Inmediatamente el paciente observe los primeros cambios en la ubicación de sus encías es importante que acuda al odontólogo, ya que la detención de este proceso es el paso más importante. Luego de instalada la retracción el tratamiento se complica y la solución generalmente va a ser quirúrgica.

Pastas dentales y enjuagues orales desensibilizantes y con acción remineralizante disminuyen significativamente las molestias de la retracción gingival, así como las posibilidades de desarrollarse caries cervicales en las zonas afectadas.