La revolución crediticia y educativa de Danilo

La revolución crediticia y educativa de Danilo

Dos de las líneas maestras de la presente administración del Lic. Danilo Medina, la inversión en educación y la “democratización” del crédito a productores y a mipymes, son equivalentes a una revolución porque ambas están llamadas a constituirse en los medios más eficaces para reducir la pobreza y la inequidad de nuestra sociedad.

El Presidente se comprometió en campaña a cumplir con el 4% del PIB a favor de la educación básica y lo está haciendo en cuatro ejecuciones presupuestarias, al margen de la limitación que impone una presión tributaria cercana al 14% del PIB, la más baja en la región con excepción de Guatemala que exhibe 13% del PIB.

El Presidente está haciendo realidad la promesa de construir 40 mil aulas, un programa de edificaciones escolares que supera con creces lo que hicieron todos los gobiernos anteriores. Aulas que son fundamentales para el establecimiento de la tanda única en todo el territorio nacional, meta que al día de hoy beneficia a 800 mil alumnos, casi el 50% de la matrícula, y el Presidente recientemente se comprometió que en 2016 todos los alumnos estarán incorporados a la tanda única. Es tan ambicioso el plan que EDUCA, al través de su presidenta Elena Villeya de Paliza, le sugirió al Presidente gradualidad para evitar problemas presupuestarios.

La tanda única, con el desayuno, almuerzo y merienda, libros y uniformes, representa una obra de redención social porque equivale a un aumento sustancial del ingreso de los padres y un incremento en la calidad de vida de los estudiantes. La alimentación que muchas familias no podían brindar a sus hijos, y mucho menos los libros y útiles, hoy son una realidad gracias a la revolución educativa iniciada por esta administración del presidente Danilo Medina.

Si junto a todo lo anterior se mantiene una intensa preparación de los docentes actuales y se sigue estimulando el ingreso de profesores más capaces, atraídos por salarios atractivos, estamos en presencia de un proceso irreversible que permitirá en las próximas décadas contar con jóvenes mejor preparados para continuar una carrera técnica, una universitaria o simplemente insertarse en la actividad laboral. Eso es luchar efectivamente contra la pobreza y la inequidad.

La segunda revolución lo representa el financiamiento al sector productivo, que no era sujeto de crédito de la banca, hoy una realidad que se manifiesta a través de las denominadas visita sorpresa por parte del Presidente, que con ello envía un mensaje de compromiso y de cumplimiento a los funcionarios responsables. Una actualización de los datos revela que el Presidente ha realizado 118 visitas, se han iniciado 641 proyectos, de estos 377 están en gestión (58.81%), 264 concluidos (41.19%) con un desembolso de RD$8,735.6 millones. Empleos, aumento de los ingresos y la producción es el resultado que solo la mezquindad electorera es capaz de poner en dudas.

El crédito a las mipymes fue durante años una iniciativa privada desplegada por instituciones financieras especializadas, como Ademi y Adopem; desde el gobierno tímidamente se concedían créditos vía Promipyme, pero es bajo la Presidencia del Lic. Medina que se realiza el más serio esfuerzo de dirigir el crédito a los micro y pequeños empresarios y con mayor prioridad a la mujer. Los números no se equivocan: RD49 mil millones en préstamos, 50 mil nuevos empleos, 250 mil nuevos créditos y de estos 73% a las mujeres.

A lo anterior hay que agregar los préstamos del Banco de Reservas, de la Fundación BanReservas y las medidas de política monetaria implementadas por el Banco Central, con la liberalización en dos ocasiones de recursos del encaje legal y las modificaciones a los reglamentos para flexibilizar el crédito a las pymes.

Con la revolución educativa y la del crédito esta administración del Presidente Danilo Medina está sentando las bases para que en un futuro cercano contemos con una educación de calidad y un sector productivo consolidado constituido por miles de pequeñas y medianas empresas.

Los dominicanos lo perciben así y por ello mantienen una altísima aprobación a esta gestión esperanzados de que en un próximo cuatrienio se cosecharan mayores frutos.

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