Hoy no escribo sobre macroeconomía como es la costumbre. Me refiero a la causa de las causas de la Revolución de Abril, a propósito de celebrarse el 52 aniversario. Se citan varios motivos, que fue en defensa de la democracia, de la Constitución de 1963, para reponer al profesor Juan Bosch en el poder, y en rechazo a la segunda intervención de los marines norteamericanos.
Aunque dominantes, son provisionales hasta que aparezcan documentos y testimonios con nuevas explicaciones, porque como dicen historiadores teóricos, pasado e historia son cosas diferentes. La característica del pasado, sin importar de qué se trate, es que siempre tendrá multiplicidad de lecturas.
Lo que debe documentarse es la causa de las causas. Lo que sostiene la historiografía es que Bosch fue tumbado, pero sin citar investigaciones científicas que demuestren que carece de base la versión de que se dejó tumbar. Es una deuda pendiente de los historiadores, que deben pagarla con estudios rigurosos, alejados de pasiones, ideologías y partidarismo.
Con preguntas de investigación, por ejemplo: ¿cómo fue que permitió su debilitamiento, después de tomar el poder con tan fuerte apoyo electoral? Por sus estudios, conocía cómo se gobernaban sociedades atrasadas como la nuestra en ese momento.
Observó, sin hacer nada hasta que se demuestre lo contrario, cómo sus medidas eran rechazadas por sectores conservadores dominantes. Los que en 1961 y 1962, después de terminada la Era de Trujillo, impusieron la transición favorable a sus intereses. La historiografía interpreta que le faltó preparación y realismo para convertir en efectivas sus medidas y objetivos de gobierno. Explicación que es muy pobre, conocía el terreno donde se movía, había ganado las elecciones con un discurso inteligente, sabía que debía adaptarse a unas normas diferentes.
La respuesta no puede basarse en testimonios, anécdotas ni con el yo creo. Debe ser resultado de investigaciones rigurosas, sustentadas en consulta de documentos en el país y en el exterior. Sin ser selectivo con los papeles y sin hacer concesiones.
Incluyendo lo económico, porque se pierde apoyo popular cuando la economía comienza a caer. Y no fue el caso del Gobierno de Juan Bosch según estadísticas del FMI que citamos. Heredó déficits estructurales internos y externos. En 1960 se hizo el censo de población, computó 3.05 millones de habitantes, aumentando a 3.75 millones en 1963, el 70% rural y 60% de la fuerza laboral dedicada a la agricultura.
La brecha del presupuesto público era RD$19.2 millones en 1962, financiada con préstamo del Gobierno estadounidense, retiro de depósitos bancarios confiscados a los Trujillo y del Gobierno en el Banco de Reservas. Con Reservas Internacionales Netas del sector bancario negativas en $19.5 millones a final de 1962, las del Banco Central negativas en $11.8 millones y en $7.7 millones de dólares las de los bancos comerciales. Con atrasos de $23.5 millones de dólares en el pago de cartas de crédito que cubrían importaciones.
El desempleo era muy alto a final de 1962, los desocupados en edad de trabajar sumaban 300 mil.
En mi condición de Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Dominicana de la Historia, voy a proponer que se investigue la causa de las causas de la Revolución de Abril 1965.