La revolución de Fidel Castro

La revolución de Fidel Castro

POR GUSTAVO GUERRERO
Para lograr el triunfo de una revolución se requieren condiciones especiales unificadas estrechamente con ese propósito vital. Primero: que se encienda la tea revolucionaria por una causa justa. Segundo: la capacidad de mando de un personaje donde se conjuguen el valor y el talento.

Tercero: Contar con suficiente armamento para inclinar la lucha favorablemente. Cuarto: tener de su parte muchos de los habitantes donde se inicia la lucha.

Quinto: Contar con respaldo de fuerzas en la ciudad.

Sexto: El grupo iniciador de una revuelta debe ser compacto ideológicamente y seguir sin titubear las decisiones emanadas de su líder.

Todo ese conjunto de intenciones hacia un mismo fin determinaron la fuerza que dio el triunfo a Fidel Castro en Cuba.

No le fue fácil al líder cubano lograr el triunfo de su revolución para liberar a Cuba de la dictadura de Fulvencio Batista.

Si se hubiera embarcado en esa empresa sin la colaboración de innumerables factores, lo más probable es que hubiera sucumbido frente al poderío de fuerzas muy superiores y con sobrado armamento.

Desembarcado en Cuba con escaso contingente de 82 hombres, sufrió su primera derrota en Alegría de Pío quedando sólo diez y seis sobrevivientes.

Pero Fidel es un hombre de una voluntad de hierro y de una fe inconmovible. En esas deplorables condiciones se impuso con carácter de mando indiscutible y llegó a tener contacto con los campesinos de la Sierra Maestra que previamente estaban comprometidos con su empresa. Mongo Pérez y Créscencio Pérez le dieron la ayuda necesaria para mantener activa su guerrilla en todo el literal de la Sierra y le suministraron alimentos necesarios. También el campesinado tuvo una importante colaboración para guiar a los rebeldes por las rutas menos peligrosas y evitar un encuentro con el ejército de Batista hasta lograr establecerse en la garantía suficiente para seguir la ruta de su empeño liberador.

¿Sin esa ayuda efectiva hubiera podido subsistir el reducido ejército de Fidel Castro? Lo más probable es que no.

También le ayudó mucho la colaboración de Frank País, representante del Movimiento 26 de Julio en Santiago de Cuba; la importantísima lucha en La Habana de los estudiantes dirigidos por el Presidente del Directorio del 26 de Julio José Antonio Echevarría; la colaboración eficaz de Celia Sánchez en la ciudad de Manzanillo; la entrevista en La Sierra Maestra con el periodista norteamericano Herbert Matthews que resaltó internacionalmente el prestigio de Castro y otros factores aislados de rebelión contra el gobierno de Batista, contribuyeron a afianzar la empresa de Fidel organizada en México y que llegó a Cuba en el barco Grannma.

Otros intentos revolucionarios han fracasado por no tener el apoyo del campesinado y de la fuerzas, supuestamente comprometidas en la ciudad.

Fidel Castro está signado por un destino luminoso; por eso las circunstancias se armonizaron para darle a ese líder la amplitud necesaria para libertar a Cuba de la tiranía.

Y es tan grande que en sus comienzos guerrilleros en la Sierra Maestra, rompió con su actitud el mito tradicional de la inutilidad de luchar contra el ejército cuando se pretende dar un golpe de estado. Mussolini estableció esa norma cuando dijo: «se puede dar un golpe de estado con el ejército o sin el ejército, pero nunca contra el ejército».

Fidel se burló de los ideólogos que han seguido a Mussolini. Y dió un golpe de estado contra el ejército cubano establecido y creó, luego, su propio ejército mantenido con firmeza hasta nuestros días.

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