La revolución digital: El futuro ya llegó

La revolución digital: El futuro ya llegó<BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2013/07/8610520C-04F8-4AC7-B8C9-BEB2C269640E.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=460 data-eio-rheight=364><noscript><img
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El avance de la tecnología en el mundo, como fuente insaciable de almacenamiento y uso eficiente de información, ha dado pasos agigantados en los últimos 15 años. Asimismo, el aumento del tráfico en la web y su uso en la comunicación del mundo actual no puede ser considerado de otra forma que no sea como revolucionario.

– Apenas en los últimos 6 años, la capacidad de almacenamiento digital aumentó de 0.30 a 1.2 zettabytes (1 zettabyte = 1,000,000,000,000,000,000,000 bytes) de data, un crecimiento de 300% en ese lapso.

– Según la International Telecommunication Union, el número de usuarios activos a la banda ancha (internet de alta velocidad) móvil creció en un 40% entre el 2010 y 2011, creando una verdadera revolución, provocada, en parte, por la proliferación de las tabletas y los teléfonos inteligentes a precios, relativamente, modestos.

Hace 20 años, Gordon Moore, co-fundador de Intel, hizo una proyección (denominada Ley de Moore) donde planteaba que la velocidad de respuesta (cantidad de transitores por unidad de superficie) se duplicaría cada dos años. Los grandes tecnólogos de la época creyeron que esto era imposible, y así ha ocurrido: la eficiencia de los aparatos tecnológicos hizo caer, drásticamente, los costes asociados a la fabricación de los mismos, reduciendo, grandemente, los ciclos de producción. Esto provocó que el precio/GB consumido haya descendido drásticamente de US$10 a apenas US$0.10 en 10 años. 

Para dar una idea, en 1975 la supercomputadora más rápida costaba alrededor de US$5 millones (equivalente a US$32 millones en dólares de hoy), y tenía el mismo rendimiento que un iPhone 4, disponible en el mercado por tan sólo US$400.

Una manera de intentar comprender lo que está sucediendo en el mundo de hoy, y cómo nos afecta, entes sociales y económicos, lo encontramos en los dos procesos tecnológicos más relevantes entre los entendidos de la materia: “Big Data” y “Cloud Computing”.

El “Big Data” son gigantescas reservas de información digital que es capturada y almacenada para ser utilizada por instituciones, empresas, gobiernos, etc. en tiempo real con fines investigativos y para analizar cualquier información (lo que pone en peligro la privacidad ciudadana).

Según nos dice el website oficial de IBM, cada día creamos 2.5 trillones de bytes de data. Esta data proviene de todos lados: investigaciones, fotos y vídeos digitales, sensores, récords de transacciones de compra online, etc.

El “Cloud Computing”, por otro lado, es el uso del internet para la prestación de servicios a nivel mundial, incluyendo el uso de software. De esta forma, las empresas no tienen que invertir, por ejemplo, en la compra de grandes servidores sino, simplemente, rentar dicho servicio al mismo precio que las grandes empresas. Esto aumenta grandemente la productividad y permite que las empresas pequeñas puedan hacer innovaciones, acelerando, exponencialmente, la creación de tecnología disruptiva.

Un profundo estudio de Cisco (compañía dominante de fabricación de “routers”) estimó que el universo digital en el 2005 era de 0.13 zettabytes (mil trillones de bytes), y conforme a la Ley de Moore, sería en el 2020 de 40 zettabytes, aumentado la capacidad de almacenamiento 308 veces en tan sólo 15 años.

¿Qué está ocurriendo? Los enormes cambios tecnológicos han creado un desfase creciente entre lo que demanda el mercado y la oferta laboral, entre los obreros y los graduados universitarios. Por eso vemos un muy alto desempleo en la Euro Zona que incluye un nivel alto de graduados que están optando por emigrar. Conforme a un estudio reciente de McKinsey, en Estados Unidos cuatro de cada diez graduados de las 100 mejores universidades de la nación no pueden conseguir trabajo en el área que se graduaron.

Alemania ha tenido un éxito asombroso para enfrentar ese desafío. Uno (quizás el más importante) de los factores ha sido su sistema de educación dual, con gran énfasis en la educación vocacional y politécnica y un mayor énfasis técnico en la educación superior. En el próximo trabajo abordaremos la educación dual.

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