La revolución “libre de humo” de la industria tabacalera: debate y casos de éxito en mundo

La revolución “libre de humo” de la industria tabacalera: debate y casos de éxito en mundo

Las compañías tabacaleras han invertido sumas exorbitantes en ciencia, tecnología e investigación con el fin de proporcionar alternativas menos nocivas para el ser humano y el entorno con miras a la erradicación total del cigarrillo combustible.
En cifras, esto se traduce a 2.5 billones de dólares invertidos por British American Tobacco, 4.5 billones de dólares de Philip Morris International, 917 millones de dólares que invertirá Japan Tobacco durante los próximos tres años y la lista continúa.
En el “E-Cigarette Summit 2018”, celebrado a principios de mayo en Washing- ton, Estados Unidos, se discutió cómo la colocación gradual de cigarrillos electrónicos y vaporizadores en el mercado ha dado resultados de sostenibilidad para la industria.
Como era de esperarse, aunque estos productos gocen de aceptación por parte de los consumidores, también han creado cierto debate en el sector salud y la comunidad científica.

En tanto que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha entrado en este diálogo abogando por la implementación de políticas y leyes adecuadas que incluyan debida regulación para este tipo de productos.

Libre de humo al estilo japonés. Japón es uno de los países con las más altas tasas de fumadores en el mundo. La industria en un principio era controlada por el mismo gobierno, hasta su privatización en el 1985 con la empresa Japan Tobacco.
Allí el monopolio del tabaco no es regulado por el Ministerio de Salud como en la mayoría de los países, sino por el Ministerio de Finanzas.

El gran avance tecnológico de este archipiélago asiático y su importante número de fumadores la convirtieron en el escenario piloto de IQOS, un vaporizador bajo el concepto heat not burn (calor sin combustión), de la multinacional Philip Morris International que ha sido todo un éxito entre los japoneses.
Desde el 2014 a la fecha, el 15.8% de todos los fumadores adultos del país dejaron el cigarro tradicional para cambiarse a este dispositivo.

¿Razón de éxito? Marketing estratégico dirigido sólo a fumadores, tiendas de distribución estilo boutique de fácil localización, apoyo del gobierno japonés en cuanto a regulación apropiada y diálogo constante con los consumidores sobre los beneficios y posibles riesgos.
Otros productos similares como Glo de British American Tobacco y Ploom TECH de Japan Tobacco, entraron al mercado japonés en el 2016 con el fin de sumarse a esta nueva tendencia cuyo éxito también se extiende a muchos otros países del mundo.

Un producto para adultos, no menores. La exposición que podrían tener adolescentes y jóvenes a cigarrillos electrónicos y vaporizadores predominó en casi todas las ponencias en el “Summit”.

La preocupación surge a raíz del creciente uso de Juul, un cigarro electrónico en forma de memoria USB que se ha vuelto popular entre los adolescentes y que, contrario a otros productos de similar denominación, este imita el patrón de absorción de un cigarrillo tradicional y podría crear una adicción en el consumidor.

Mitch Zeller, director del Centro de Productos de Tabaco de la FDA , sostuvo que la educación y el desarrollo de políticas regulatorias apropiadas, son la única forma de evitar que menores de edad tengan acceso a productos de nicotina o tabaco, pues muchas veces los utilizan sin saber lo que contienen o el peligro al que se enfrentan.

Mientras algunos sectores apuntan a que la diversidad de sabores sea lo que atrae a los menores, datos comprueban que este no es un factor determinante. Sino que es, más bien, una cuestión de imitar el mundo de los adultos. De ahí que el número de menores de edad que ingieren alcohol o cannabis ilegalmente, sea mucho mayor que el número de menores que vapean.

Realidad y retos de la industria. Las empresas tabacalera tienen su objetivo claro: Que todo adulto que fuma y desea continuar haciéndolo, tenga opciones potencialmente menos dañina para su salud y la de que quienes le rodean. Sin embargo, es válido preguntar: ¿Qué tan efectivos son los cigarrillos electrónicos y vaporizadores?

Según datos presentados por Hayden McRobbie, director clínico del Instituto Dragón para la Innovación, la tasa de conversión a cigarrillos combustibles en personas que inician usando cigarros electrónicos es de hecho menor de un 1%.

Si bien estos productos podrían ayudar a que la gente de fumar, aún es necesaria más evidencia científica que valide esta premisa y pruebe que el producto realmente funciona. Vapear utilizando dispositivos “heat not burn” (calientan el tabaco sin producir humo), resulta ser un 95% menos nocivo que fumar un cigarro convencional. Mas esto no quiere decir que sean completamente seguros.

La regulación apropiada es vital para poder comunicar a los consumidores todos los riesgos y beneficios de estos productos, establecer estándares de calidad y asegurar que no caigan en manos de menores, pues en casi todos los países latinoamericanos, incluyendo República Dominicana, la ley aún no contempla políticas regulatorias específicas para las alternativas sin humo.
Lo mejor es dejar de fumar, pero aquellos que escojan no hacerlo, gracias a la innovación y la ciencia, ya tienen otras opciones y con un esfuerzo conjunto de todos los sectores competentes, se espera que cada día más adultos fumadores tengan acceso a estas mejores alternativas.

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