La Revolución moral

La Revolución moral

Pedro René Almonte Mejía

Siendo un mozalbete aprendí muchas cosas de oído, y me enteré de muchas más, también de oído; de hecho muchas cosas que sé pero no las viví, fueron historias contadas por las personas de mayor edad que me rodeaban, o historias y pensamientos escritos en algún libro, que del mismo modo contaban una historia u opinión desde el punto de visto del autor. Ya con más edad y en los tiempos modernos me nutro de documentales en YouTube, Netflix, audiolibros y con menos frecuencia los libros tradicionales. Cuando “muchacho” siempre escuchaba a los mayores decir una frase que supuestamente pronunció el fenecido ex presidente de la Republica Dr. Joaquín Balaguer, decía: “La corrupción se detiene en la puerta de mi despacho”. Entiendo que el mensaje que quería transmitir es que estaba rodeado de corruptos, que todos lo eran, menos él. Balaguer,  tenía una teoría en cuanto a la remuneración de sus funcionarios, decía: “Les pago poco porque sé que igualmente lo consiguen de manera indirecta”.

En cambio, con la llegada del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) al poder en 1996, gobierno encabezado por  Leonel Fernández  Presidente de la Republica y Danilo Medina Jefe del gobierno, todo dió un giro de 180 grados; vendieron la teoría de que los funcionarios deberían ser bien remunerados para que no se corrompan en el ejercicio de sus funciones… ¿adivinen? Luego de 20 años interrumpidos en el ejercicio del poder, el PLD fue sacado a patadas por el deterioro moral de su cúpula, con acusaciones por corrupción… Los leonelistas y los danilistas, ambos con igual nivel de culpa por haber “desguabinado” la imagen del proyecto de liberación nacional que diseñó el Profesor Juan Bosch para terminar la obra que comenzaron los trinitarios.

Asimismo , resulta una aberración que funcionarios pagados con el dinero del pueblo y que son designados por el Presidente de la Republica , tengan un salario mayor que el propio Presidente; eso debe ser parte de la cosas que hay que cambiar , no tiene ninguna explicación racional, que un individuo sea cual sea su función , gane más que su jefe administrativo . ¡No puede ser!

Escribió Giuseppe Tomasi di Lampedusa en  su obra el Gatopardo en 1957, la siguiente cita:” Si queremos que todo siga como está es necesario que todo cambie”. Hacía referencia a los cambios superficiales, cosméticos y pocos profundos que hacían los gobernantes sicilianos de la época, para seguir favoreciendo a la clase privilegiada. Por su parte, un siglo atrás en su novela “Las Avispas” (1849) Jean –Baptiste Alphonse Karr escribió lo siguiente: “Cuanto más cambie, es más de la misma cosa”.