El día 19 de julio se celebra en Nicaragua la Revolución Sandinista realizada precisamente por el pueblo con el objetivo palmario de solucionar la crisis política y administrativa que produjo la dictadura somocista.

El Frente Sandinista de Liberación Nacional, hoy nuevamente oficialista,  fue la fuerza política troncal que asumió la lucha armada  para llegar al poder con una ofensiva final que compelió al déspota Anastasio Somoza Portocarrero (Tachito) exiliarse en Paraguay.

El gobierno incoado a raíz  del éxodo del dictador estuvo impregnado en su totalidad de jóvenes, el mismo titular del Poder Ejecutivo era un joven, con sólo tres decenios de vida.

El gobierno comenzó a atender las áreas más sensibles directamente relacionadas con lo social  como la salud, educación, vivienda, alimentación, agricultura, otrora descuidadas por el régimen oprobioso y displicente de la dinastía de los Somoza.

Además estableció una política de propaganda intensiva en todos los órdenes para conseguir el arraigo de las ideas sandinistas conectadas con la doctrina marxista-leninista en el sentido de lograr la recuperación  del proletariado, vilipendiado por la clase dominante.

El mayor logro de la revolución está en el área de la cultura y la educación, pues con sólo un año de gestión  gubernamental se efectuó la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización para reducir el analfabetismo de un 50 por ciento  a un  12 por ciento,  este esfuerzo considerable fue aupado por las Naciones Unidas a través de la UNESCO.