La rivalidad que nunca se ha borrado

La rivalidad que nunca se ha borrado

San Cristóbal y Baní son dos pueblos sureños, orgullosos de su estirpe y de sus hazañas patrióticas y civilistas, pero siempre entre ellos ha existido una rivalidad por ser el mejor, y en estado de latente efervescencia por cualquier nimiedad pueblerina.
Y a los 10 días de haber concluido la decimoquinta feria del mango en Baní, los sancristoberos iniciaron su tercera feria del mango dedicado al Politécnico Loyola que bien se lo merece por sus aportes al país, y Azua como provincia invitada. Bajo el predicamento de que el mango banilejo es de San Cristóbal, los nativos de esta ciudad no aceptan que el mango insignia de Baní se establezca que no es de la tierra banileja sino sancristobera. Pero sucede que el mango cultivado en San Cristóbal posee en su cáscara manchas negras lo cual crea un rechazo en los consumidores pero que aun así los consumen. Esas manchas negras provienen de la alta pluviometría ya que los vientos predominantes provienen desde el este e impactan con esa humedad en las lomas de Valdesia. Baní queda aislado de los vientos húmedos y por ende la zona tiene un clima más seco por lo que los mangos tienen una textura en su cáscara sin las manchas negras del mango banilejo sancristobero.
Pero ahora, como si se tratara de un regionalismo a destiempo, se busca posicionarse como la zona de mayor cultivo del mango banilejo. Y esto surge con más fuerza al inaugurar el Gobierno una planta hidrotérmica en Matanzas, Baní, de preparación del mango para su exportación sin inconvenientes a Estados Unidos y Europa. Y esto será supervisado por inspectores norteamericanos para certificar la calidad del mango de manera permanente. Los compradores extranjeros adquirirán un producto sin temor a plagas o deficiencias de origen si tuvieran una cáscara con variaciones de color distinto al amarillo tradicional del mango banilejo del valle de Peravia.
Ahora el clúster del mango de Baní asegurará con la planta hidrotérmica su mercado de ultramar, y por ende más inversiones se realizarán para ampliar los cultivos de las diversas variedades de mango adaptados a la tierra banileja como el banilejo, el mingolo,el keitt, kent, tommy Atkins, gota de oro y otros tipos de mangos que se adaptan a la tierra banileja por su composición física y es en donde se cosecha el 70% de la producción de mangos del país en más de 40 mil tareas.
Todos sabemos lo que representó San Cristóbal en la historia del país desde 1930 por ser la cuna de Rafael L. Trujillo y la importancia que este le brindó a su tierra natal convirtiéndola en la provincia de mayor área geográfica. Antes de 1944 cuando se creó la provincia de Baní y Ocoa, la provincia de San Cristóbal se extendía desde el río Ocoa hasta el río Haina en su desembocadura y por el norte hasta La Cumbre y por el este la sierra de Yamasá colindando con Boyá, Cevicos y hasta el borde de Hato Mayor.
En marzo de 1962, cuando gobernaba el Consejo de Estado, para interludio de las elecciones que se celebrarían en diciembre de ese año, circuló un rumor de que a San Cristóbal se le iba a quitar su categoría de provincia para adjudicársela a Baní. Eso sirvió de combustible para desatar una furiosa reacción del pueblo de San Cristóbal en que las turbas cerraron y controlaron las entradas de ambos lados de la ciudad y también de las carreteras secundarias. A los pasajeros se les obligaba a desmontarse de los vehículos. Se les pedía la cédula y si eran serie 3 se les impedía proseguir su viaje ya fuera hacia Baní o hacia la capital. Esto obligó al Consejo de Estado a enviar una comisión de alto nivel para reunirse con las fuerzas vivas para convencerlos de que no existían planes para perturbar al pueblo. El malestar se aplacó pero quedó siempre esa zurrapa regional.
Y el regionalismo sancristobero fue destacado el pasado viernes 5 por el editorialista de este periódico HOY cuando escribió “Sobre mangos y regionalismos” en un compacto editorial donde destacaba el afán de superación del sancristobero para echar para adelante imitando a los banilejos por su exitoso programa de siembra de mangos e incorporarse a ese atractivo mercado que después de 15 años ha sentado las bases con la planta hidrotérmica de clasificación del producto y que pueda ser exportado.
La tierra de San Cristóbal por su fertilidad y humedad no es el mejor lugar para el cultivo del mango. El mango banilejo que se cultiva en el clima seco del valle de Peravia posee las ventajas de que su cáscara no tiene manchas negras como el que se cultiva en la zona desde Yaguate hasta Nigua, una zona de alta pluviometría alterando la calidad de la fruta.

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