La inminente candidatura de la Primera Dama de la República, Margarita Cedeño de Fernández, para optar por la Presidencia de la República en los comicios de 2012 por el PLD de ninguna manera será como una bebida soluble, pero tampoco un imposible.

Esa novedad política a lo interno y externo del PLD significa una nota refrescante, por demás novedosa, en el ajetrear por el primer cargo público del país que, como todos los proyectos, empezando por el vivir, tiene sus dificultades inherentes, sus pro y sus contra. El síndrome del hastío conspira contra. 

Margarita Cedeño de Fernández deberá enfrentar un costo de la vida cada vez más elevado, consecuencia de lo que el presidente Leonel Fernández denunció hace dos años en las Naciones Unidas como “economía de casinos”, que atañe fundamental y demoledoramente sobre los comidities, es decir, las materias primas que involucran al petróleo, maíz, trigo y soya.

Explicará en su momento la estrategia suya a aplicar a partir del 16-08-12 para que el 5.5% de crecimiento económico que vaticina el FMI para el país este año, se traduzca en beneficio para las grandes mayorías que no perciben ese crecimiento.

Volver a la economía agroexportadora y de productos terminados, como insisten los jerarcas del CONEP, a quienes hay que escuchar y contemporizar porque ellos son los que producen riquezas. Sin desmedro de la macroeconomía sólida.

Margarita Cedeño de Fernández dispone de un aval que el suscrito siempre, no hoy, ha ponderado, con una treintena de programas sociales sin que nunca se hubiese mencionado un escándalo en los manejos de recursos.

Si en verdad en los conductores del PLD y la grey morada toda prevalece la cordura, sensatez y visión de futuro, la saga de Margarita Cedeño de Fernández debe ponderarse como factor sólido de que el partido morado retenga el poder.