La salud bajo seria amenaza

La salud bajo seria amenaza

El exceso de lluvia ha creado condiciones propicias para brotes de enfermedades infecciosas como dengue, leptospirosis, gastroenteritis, conjuntivitis y otras. Es necesario que las autoridades, aparte de efectuar tareas de saneamiento usuales en estos casos, sean precisas en la orientación de los ciudadanos.

Por ejemplo, a la gente se le dice que la leptospirosis la transmiten las ratas a través de la orina, y la gente se cuida nada más de las ratas. En realidad esa enfermedad  también la transmiten los perros, cerdos, caballos, vacas y otros animales que eliminan el germen a través de la orina, pero la gente no se cuida de esas especies  por culpa de una orientación incompleta.

 Aparte de las acciones sanitarias de lugar cuya aplicación corresponde a las autoridades, hay que poner al alcance de la gente común información precisa y medios de saneamiento que puedan ser aplicados en el hogar y su entorno. Hay que insistir en la necesidad de eliminar acumulación de agua para evitar multiplicación del mosquito que transmite el dengue, y hay que insistir en que una buena higiene aleja muchas enfermedades. Ninguna fruta, legumbre o ensalada debe ser ingerida sin haber sido previamente lavada. En fin, en virtud de que las lluvias han creado condiciones sanitarias especiales, peligrosas para la salud, es necesario que todos extrememos las precauciones y la higiene.

Latinoamérica y los países ricos

Los pueblos latinoamericanos han dejado sentir su demanda de mejor tratamiento de parte de los países más ricos. Ciertamente, mucha de la desgracia de estos pueblos se debe al trato que para con ello tienen las grandes economías en sus relaciones de intercambio. Pero solo una parte de las calamidades se desprende de ese patrón. Hay otras que son muy propias, muy autóctonas y endémicas en nuestros pueblos.

El caso nuestro puede servir de ejemplo. Nuestro modelo de consumo no se corresponde con los niveles de ingreso per cápita. El gasto público generalmente está dominado por las prioridades y coyunturas políticas. La burocracia del Estado generalmente desborda lo racional, el crecimiento económico no se transfiere a la población y la inversión social resulta generalmente insuficiente. Es verdad que merecemos un mejor trato de los países ricos, pero también merecemos prodigarnos nosotros mismos un trato más racional.

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