La salud bucal de la familia Soto

La salud bucal de la familia Soto

Mario Soto, alias “Montecristy”, es un pintor de brocha gorda como le decimos aquí  a los pintores de casas, edificios, oficinas, anuncios en paredes y otros, para diferenciarlos de los artistas de las artes plásticas que con sus pinceles mezclan los colores haciendo cuadros, y de acuerdo al talento individual, son de extraordinaria creatividad.

Este compañero, en la visita que hicimos hace unos días a la ciudad de Baní para la juramentación del Comando Provincial de Salud en apoyo a la candidatura de Hipólito Mejía, nos relató el gran sacrificio que ha tenido que pasar con sus tres hijas menores, al llevarla al dentista del hospital público de esa capital municipal.

Me dijo, escúcheme doctor y compañero, he querido siempre ofrecerles la mejor atención a mis hijas y por ello me desvivo trabajando para que estén sanas y puedan llegar más lejos que yo.

La semana pasada fui al hospital público de esta ciudad, para que les revisaran la boca, y la secretaria del servicio odontológico me dijo que la revisión y limpieza de los dientes que ellos llaman “profilaxis” me costaba doscientos pesos por cada una de mis hijas. Calculé que tenía que gastar seiscientos pesos que no estaban en mi presupuesto, pero me sacrifiqué por el beneficio de mis hijas.

 Al finalizar la revisión, el dentista me dijo, mire usted don Mario, una de sus hijas, Margarita, tiene cinco caries, la segunda, Lucía, tiene siete y la tercera, Laíta, ocho. Cada caries tiene un valor de trescientos pesos cada una por concepto de los materiales a utilizar, por lo que le hacen la suma de seis mil pesos en total. Mario, estupefacto, le dijo al dentista que no tenía el dinero y que vería más adelante cómo se iba a hacer para llevarlas de nuevo.

Conversando conmigo sobre el tema, me dijo, dígame usted doctor, cómo puedo pagar esa suma si apenas gano ocho mil pesos mensuales;  no tengo seguro médico para mí, ni para mis hijas, a lo que le contesté que era debido al mal gobierno que tenemos en términos de salud y seguridad social.

Este señor es un trabajador por cuenta propia, como lo son el 56% de las personas que viven en el país. Si verdaderamente el gobierno actual desde hace siete años y tres meses que tiene gobernando, hubiera cumplido con la ley de salud y seguridad social, a Mario Soto le hubiera correspondido entrar al componente contributivo-subsidiado y se le hubiera calculado su cuota para la seguridad social en el 10% de lo que gana. Es decir, 800 pesos mensuales, dividido en 30% que debe pagar el trabajador por cuenta propia, como lo es Mario “Montecristy”, y el 70% el Estado.

Al estar asegurado él y su familia, Mario hubiera tenido que pagar mensualmente 240 pesos y el Estado le pagaría a la Tesorería de la Seguridad Social 560 pesos. De esta manera, para el tratamiento de sus tres hijas, Mario no hubiera tenido que pagar absolutamente nada extra.

Este cuadro de angustia del compañero “Montecristy” por no poder cumplir con la responsabilidad que se impuso, de mantener en salud a sus hijas se repite cada día en miles de hogares de dominicanas y dominicanos humildes, trabajadores y responsables por el incumplimiento de las leyes de salud y seguridad social.

Es hora ya de exigirle al gobierno hacer cumplir la Constitución y las leyes y someterlo a la legalidad para enrumbar el país hacia el desarrollo y a un estado de bienestar colectivo para las y los dominicanos.

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