El Ing. Federico Antún Batlle, presidente del Partido Reformista Social Cristiano, dirigente político de larga data, a pesar de que pertenece a una generación intermedia, acaba de ser sometido a una cirugía de la vesícula en el Centro de Medicina Avanzada Dr. Abel González.
Los inesperados problemas de salud del sagaz y astuto dirigente reformista se producen en momentos que a lo interno de su organización sectores sediciosos intentan hacerlo saltar del cargo por razones de ambiciones personales y de favores que se obtienen a través de esa franquicia.
Antún Batlle logró la hazaña, conjuntamente con el secretario general del PRSC, Rogelio Genao, y demás directivos de esa institución, de eliminar la condición de partido bisagra que había pesado como una especie de espada de Damocles desde hace casi 20 años.
Si la disidencia reformista, los de adentro y los de afuera, tuvieran consciencia y sensatez aplaudieran y reconocieran ese logro y trataran de consolidar la autonomía e institucionalidad del PRSC premiando al auténtico ideólogo de la estrategia que dio esos magníficos resultados en su alianza con el Bloque opositor encabezado por el PRM, que tiene nombre y apellido, el Ing. Federico Antún Batlle.
A Quique Antún que ahora atraviesa por un percance en su salud le deseamos de todo corazón su pronto restablecimiento, y entendemos que para bien del sistema democrático dominicano debe continuar haciendo valiosos aportes porque su historial de verdadero abanderado de la causa balaguerista-reformista nadie se lo puede regatear.
El pasado domingo, en una resolución de marras de la llamada Comisión Ejecutiva del PRSC se dispuso la suspensión del presidente de esa organización, Ing. Antún Batlle. La decisión a todas luces irregular no tomó en cuenta su situación de salud.