La salud, la próxima gran lucha

La salud, la próxima gran lucha

Millizen Uribe

Urge lograr un aumento importante del presupuesto dedicado a la salud

En la historia reciente dominicana, la ciudadanía crítica, consciente y transformadora ha sido protagonista de los logros más importantes del país.

Lo vimos con la lucha a favor de la preservación de Los Haitises, pionera en civismo, que con creatividad y arte logró imponerse a poderes fácticos.

Lo mismo pasó con la lucha por el 4% para Educación, que parecía imposible, pero que con la fuerza de su justeza, legalidad y legitimidad caló en los distintos sectores nacionales e inclusive logró apoyos internacionales, derrotó las represiones y con movilización permanente y pacífica, comprometió a la clase política gobernante.

¿Y qué decir de loma Miranda o de Marcha Verde? En esta última, nueva vez las calles, la movilización de millones de dominicanos implicó presión social y ciudadana a favor de la judicialización, aunque limitada, del más grande caso de corrupción y, más adelante, en un Ministerio Público más decente e independiente.

Finalmente, la lucha más reciente, la de la Plaza de la Bandera, contra la impunidad electoral, que no solo fue una protesta por la suspensión de las elecciones, sino que significó en sí una catarsis de un cúmulo de insatisfacciones ciudadanas, ya no solo en el litoral nacional, sino en cada parte del mundo donde hay un dominicano.

Ahora, estoy convencida, la lucha que convoca es a favor de la salud, pública, gratuita y de calidad. Urge lograr un aumento significativo del porcentaje del PIB dedicado a ella. Un estudio de ADESA calculó que en los últimos 20 años la inversión pública en el sector salud no alcanza siquiera el 2% del PIB, cuando lo previsto en la Estrategia Nacional de Desarrollo era un 4% del PIB para el 2020.

Es vital disminuir la cantidad de dinero que la ciudadanía gasta en los odiosos copagos (el gasto de bolsillo en RD supera el 45% del costo de los servicios), además aumentar la cantidad de medicamentos y compuestos que tienen cobertura y la asistencia y montos ante enfermedades catastróficas que además de un triste problema de salud, quiebran cualquier familia de clase media o son una condena de muerte para una de clase baja.

También mejorar el funcionamiento de la atención primaria y del Seguro Familiar de Salud, incluyendo una amplia línea para promoción de la salud y prevención de enfermedades porque ni siquiera porque estamos en una pandemia hay campañas de comunicación permanente dedicadas a enseñar a la ciudadanía a alimentarse bien y a ejercitarse.

Pero nada de esto será automático, deberá ser peleado por la ciudadanía porque aunque por fin en el Congreso se está discutiendo una reforma a la Ley de Seguridad Social, sospecho que estas conquistas, al igual que las anteriores, no vendrán de la clase política. Habrá que elegir un color y, desde que pase la pandemia, salir nueva vez a las calles.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

Más leídas