Pertenecer a una familia es una de las experiencias mas significativas de la existencia humana..Es justamente en ella donde se forma la gente. La formación humana necesaria para vivir de manera optima, se dinamiza en su contexto.La formación secular; la que se ubica hacia lo externo de la familia, es complementaria.

En la cotidianidad con los estudiantes, suelo hacer uso de la siguiente expresión: “en la familia es donde se hace el cocinao”; Los ingredientes esenciales se mezclan de manera creativa o desatinada. La salud mental, al igual que la corporal dependerá en un alto porcentaje en el como se establezcan las dinámicas en el diario vivir.

Cuando se habla de salud mental, se podría pensar en la ausencia de diagnósticos psiquiátricos, como: esquizofrenia, estados depresivos y otros; esto es cierto, sin dejar de señalar que la salud mental abarca también la instalación y promoción de ambientes equilibrados, donde la justicia y equidad en las relaciones de sus miembros genere el bienestar individual y colectivo. Si la familia logra que el padre no sea autoritario y distante(con hijos/as temerosos/as), que la madre no ceda a la tentación de consentir a los hijos /as a espaldas del padre, (haciendo alianzas estratégicas con ellos/as), si desarrolla la capacidad de establecer reglas humanas; que estimulen la obediencia y el respeto mutuo, si crea las condiciones para la libertad de expresar: te amo, eres importante para nosotros, me siento orgulloso/a de tener padres como ustedes.si también da permiso para que se exprese el enojo, entonces se estará frente a la familia que ha entendido como una de sus funciones el atender y cuidar la salud mental.

De manera indiscutible, el clima para la salud mental en la familia, amerita de esfuerzos mancomunados, construir para lo mejor, con un diseño particular de cada familia, respetando su idiosincrasia.

Existe un ingrediente esencial a toda familia: el amor; es tan indispensable, que de no estar presente se puede diagnosticar ausencia de salud mental. El amor es una fuerza vital que dinamiza toda la existencia humana, que garantiza la cura de las dolencias del alma y del cuerpo también.

Fuente: Bienvenida González