Ante todo excusarme con los que ignoran los fundamentos del ajedrez, a pesar de que casi todo el mundo sabe el gran significado de la dama o reina en ese juego, lo mismo que en el “tablero” popular, de donde creo surgió la expresión “comiendo con su dama” aludiendo al hecho de que quien se encuentra en esas circunstancias está disfrutando de buena posición o ventajas importantes.

La preeminencia de la dama en el ajedrez es avasalladora y en casos extremos, con frecuencia, su sacrificio da origen a la coronación de otra dama que casi siempre determina el triunfo, sentenciando a muerte al rey contrario.

Uno de los campos donde más se aplican las tácticas y estrategias del ajedrez es la política y se conoce de encuestas que varían substancialmente cuando en una boleta se incorpora una dama. Aquí, creo que por primera vez en la historia universal, la esposa de un presidente en ejercicio se postula como la vicepresidenta de un aspirante presidencial. ¿Quién está cediendo a quién? Jocosamente cualquiera podría decir que el candidato desea tener con él a dos damas, la primera y la segunda o ex primera.

Ante una eventual victoria del candidato, la secuencia ajedrecística sería la siguiente: La segunda dama, ex primera, cede su despacho a la primera o esposa; pero políticamente sería mucho más poderosa como representante del sector previamente en el poder y en su condición de sucesora legal del presidente y en caso de ausencia o renuncia del mismo, la primera dama cesaría en sus funciones quedando una única dama, proyecto y obra del  presidente Leonel Fernández, artífice real de un alucinante jaque mate.