La seguridad ciudadana es también un asunto personal

La seguridad ciudadana es también un asunto personal

POR MARGARITA QUIROZ
En los últimos meses la sociedad dominicana ha experimentado un incremento en el deterioro de la seguridad ciudadana. Con frecuencia grupos de antisociales desafían a la autoridad y en barrios y ciudades con  tradición de convivencia en sosiego, se cometen de 10 a 15 atracos por día.

Para algunos sectores el lanzamiento a las calles de 15.000 agentes policiales no es suficiente para prevenir y eliminar el crimen, mientras otros escudriñan entre las posibles causas y plantean como solución involucrar a la familia, para que los padres y madres enseñen a sus hijos valores que deberán ser fortalecidos en la escuela.

Pese a los intentos de solución, la problemática persiste y la ciudadanía se siente desprotegida; de ahí que algunas personas se hayan visto en la obligación de aprender formas de autodefensa que ayude en un momento dado a proteger su vida y bienes.

Ante una situación de peligro, por naturaleza la gente crea mecanismos de defensa, pero esto no quiere decir que siempre se empleen técnicas efectivas. Es por esta razón que Francis Jiménez, profesor de artes marciales y defensa personal, se ha interesado en enseñar, a personas mayores de 16 años, técnicas elementales que permitan inhabilitar un ataque por parte de manos criminales.

LUGARES CRÍTICOS

Estudios científicos dan cuenta que los lugares y circunstancias más favorables para que los delincuentes realicen sus fechorías son la vivienda de la víctima, oficina, trayecto oficina-vivienda-oficina, lugares secretos (extramaritales), viajes internos y actividades a altas horas de la noche, por tanto toda persona debe estar alerta.

En tal sentido, según Jiménez, toda persona debe tener conocimientos básicos sobre los diferentes tipos de golpes, agarres y llaves; en fin, técnicas que permitan inhabilitar un ataque.

En los cursos de defensa personal, Jiménez instruye al alumnado en base a la metodología de las artes marciales, esto no quiere decir que el que tome las clases se convierta en un Jackie Chan, pero sí, la persona que es valiente y constante en su práctica, puede aprender lo elemental para salir airoso ante situaciones de peligro.

Primero -dice Jiménez- se instruye al alumno sobre un programa básico de golpes con manos, brazos y piernas, luego formas de agarre, cómo zafarse de los agarres y posteriormente técnicas básicas de defensa, que son a manos vacías en caso de agarre por el cuello, llave y torcedura.

En un segundo nivel se instruye en base a técnicas avanzadas con armas, ya sean blancas o de fuego, qué hacer cuando colocan un arma de fuego cerca o sí atacan con un cuchillo o un palo.

Toda persona que aprenda técnicas de defensa personal debe practicarlas diariamente, ya sea con su esposo(a), hermanos, hijos o amigos.

QUÉ HACER ANTE EL PELIGRO

 Cuando una persona se dirige a un estacionamiento y éste se encuentra  a oscuras y sin vigilancia, lo correcto es que saque las llaves y el arma de fuego si posee, antes de llegar al vehículo. Cuando llegue al vehículo, antes de entrar lo prudente es que se mire a todos lados e inmediatamente  se ponga el seguro y cinturón de seguridad y salga rápidamente. 

 Si tomó la prevención, pero el antisocial estaba escondido detrás del vehículo y armado, nunca corra. Los deseos de un asaltante son infinitos: puede querer robar el vehículo, dinero, violar o todo lo anterior. Muchas personas tienden a tirarle la cartera y correr, ¡grave error!  Puede correr el riesgo de que le dispare.

 En caso de que el delincuente tenga un cuchillo y se encuentre a una distancia que le permita emprender la huída, hágalo y salga gritando: No “¡un ladrón, un ladrón!”, sino “¡fuego!”. Esto por la tendencia a intervenir cuando se ve a una persona que es atacada.

 Para tener un altercado con el asaltante hay que conocer de defensa personal, sino nunca luche con él.

Si el asaltante posee un arma de fuego y le apunta a la espalda, la víctima siempre debe adoptar la actitud de cooperación. Está demostrado científicamente que cuando el ladrón o atacante infringe sobre la víctima y  escucha una actitud de cooperación, baja la guardia.

Esto es lo que se conoce como “tiempo muerto” y es el momento idóneo para actuar sí se posee los conocimientos de defensa personal.

La víctima tiene que adoptar una actitud de cooperación y decir: “No me mate” o “¿tú quieres mi cartera?”. En ese momento debe aprovechar para voltearse, verle la cara y sobre todo la pistola, porque eso es lo que hay que tratar de tomar. Hay que “enamorar” los oídos del victimario.

Si el victimario ataca de frente y está armado, lo primero que se debe hacer es tratar de tomar el arma de fuego junto con la mano y rápidamente salir de la trayectoria del cañón de la pistola. Con esta maniobra la víctima aumenta de 0 a 50% las posibilidades de defensa a su favor.

 Cuando el asaltante logra entrar al carro de la víctima, ésta debe cooperar. Si las circunstancias lo permiten, una técnica que podría dar resultados es estrellándose  contra otro vehículo para provocar un incidente. El victimario puede asustarse al ver la presencia de gente y salir huyendo. Pero ¡ojo!, esta maniobra puede tener otros resultados.

Cuando una persona necesite sacar dinero de un cajero automático lo ideal es que sea en uno que esté dentro de un establecimiento comercial porque son más seguros.

Sí va caminando por la calle y una persona sospechosa va detrás, lo prudente es que guarde una distancia mínima de 20 metros. ¿Cómo una se da cuenta que es sospechosa? Primero por la mirada, sí tiene las manos ocultas y si camina insistentemente detrás de la víctima.   

PERFIL

Francis Jiménez es Ingeniero en Sistemas. Hace 15 años que practica artes marciales. Fue Campeón Nacional en dos ocasiones y Centroamericano en 1995. Actualmente imparte clases de artes marciales y defensa personal. Hoy lunes comienza el próximo, el cual se impartirá lunes y miércoles, de 7:30 a 9:00 de la noche.

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