Desde el primer instante en que nos convertimos en padres, muchas emociones y sentimientos llegan a nuestra vida, pero también algunas preocupaciones y, con ellas, ciertas pretensiones o soluciones para las mismas. No hay dudas, de que todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos y cuando se trata de educar procuramos buscar las mejores opciones, lo que puede diferir es la prioridad que cada padre o madre tiene para que sus hijos aprendan y que es lo que queremos dejar en ellos para que los acompañe cuando ya no estemos presentes.

Este nuevo rol que asumimos con total desconocimiento en la mayoría de los aspectos, y teniendo en cuenta de que no contamos con un manual bajo el brazo, nos hace cuestionarnos a diario, ¿qué es lo que vale la pena que aprendan nuestros hijos?

Puesto que nuestros pequeños llegan a ser un tesoro intocable, y con un valor incalculablemente maravilloso… mecerlos en nuestros brazos, cuidarlos, alimentarlos, abrazarlos y besarlos, para que sea inevitable que llegue el día en que tienes que dejarlo ir a su primer día de clase, confiada en que has cimentado las bases para su seguridad.

No queremos que le pase nada, que nadie lo lastime, pero también deseamos que tenga la capacidad de adaptarse, que tenga seguridad en sí mismo para poder enfrentar los retos a lo largo de su vida.

Tengamos estos puntos siempre en cuenta para lograr aumentar la seguridad de nuestros pequeños:

– No los pierda de vista. Procura que nunca se alejen de tu vigilancia, especialmente los más pequeños.

– Explícales que no deben de hablar con desconocidos, por más amables que éstos resulten, al menos cuando estén solos.

– Asimismo, respecto a no aceptar regalos de extraños, especialmente golosinas.

– Enséñales a desplazarse con cuidado, poniendo atención al sentido de las calles, a la proximidad de vehículos en movimiento y a no cruzar las calles corriendo.

– Si el niño es víctima de un asaltante en medio de la muchedumbre, dile que llame la atención de quienes lo rodean.

– Enseña a tus hijos su nombre completo (con apellidos), su domicilio, el número telefónico de la casa, del trabajo, el celular o el teléfono de algún familiar cercano.

– Enséñale a marcar algún número de emergencia de la localidad en donde viven.

– Es recomendable que el niño porte consigo alguna tarjeta de identificación con su nombre, dirección y teléfono.

– Si se pierden en un centro comercial, aconséjale pedir ayuda de inmediato a un empleado de la tienda, un guardia de seguridad.

– Siempre que asistan a un lugar público establezcan un sitio o punto de encuentro, que les sea de fácil localización, en caso de que alguno se extravíe.

– Dedique tiempo a escuchar con atención cuando los niños hablen de sus miedos y sentimientos hacia personas o lugares que los asustan o les hacen sentir incómodos.

– A los adolescentes es necesario recomendarles no concurrir a lugares apartados y solitarios. La oscuridad es la mejor aliada de delincuentes, psicópatas y pervertidos sexuales.