La barbarie ocurrida en Niza ha motivado que las embajadas, consulados y sedes de importancia de Francia, en todo el mundo, tengan una mayor vigilancia, por temor a que se conviertan en nuevos blancos de grupos terroristas.
República Dominicana también es solidaria y ha ofrecido apoyo en nuestro territorio a Francia, cuya sede diplomática, su centro cultural en Santo Domingo, luce bien protegida por agentes de seguridad, como observamos el pasado fin de semana durante un paseo por la calle Las Damas en el centro de la Ciudad Colonial, donde también operan varios hoteles y restaurantes franceses, que mantienen actividades diversas que logran un buen público asistentes a la zona histórica cultural, testimonio vivo del Descubrimiento de América, el almirante Cristóbal Colón, y toda la colonización española, con la primera iglesia, universidad y otros sitios del Nuevo Mundo, que lógicamente produce gran interés de conocimientos a muchos criollos y extranjeros que la visitan, por su importancia grandiosa. Tomando en cuenta todo esto, siempre será importante que la zona mantenga una vigilancia especial, no sólo en los lugares cercanos a la embajada de Francia, sino en toda esa parte de la ciudad, que desde hace unos años mantiene un mayor ritmo de visitas, luego de aperturas de nuevos lugares de diversión, como cafeterías y restaurantes; espectáculos, canciones y bailes brindan al visitante un sabor popular criollo, amén, de otros eventos de corte clásico, como la presentación de la Sinfónica Nacional, ballet y otros en la Plazoleta del Alcázar de Colón.
La vigilancia en la Ciudad Colonial debe tener un carácter más prioritario que en cualquier otro lugar, pues es visitada anualmente por miles de turistas que deben ser protegidos, al igual que los dominicanos, de la delincuencia que opera en nuestro país. El turismo es una gran fuente de ingresos económicos y debe ser protegido hoy más que nunca, cuando nuestro país compite fuertemente con otros destinos del Caribe por atraer un mayor número de visitantes extranjeros que puedan dejar divisas fuertes.
Actualmente República Dominicana tiene como uno de sus principales competidores a Cuba, cuya cifra de visitantes es muy similar a la nuestra, tiene el atractivo, además de sus playas, la historia reciente de la Revolución Cubana, que ellos han sabido vender excelentemente bien. Además, la seguridad es impecable. En esa isla aquellos que atentan contra algún turista sufren penas bastante severas.