La seguridad vial no es accidental

La seguridad vial no es accidental

Con el fin de sensibilizar a la población e impulsar medidas que permitan prevenir y disminuir las lesiones y muertes ocasionadas por los accidentes de tránsito, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha convertido la seguridad vial en el tema central del Día Mundial de la Salud del 2004, a celebrarse el próximo 7 de abril.

La popularidad de los vehículos de motor ha aumentado de forma progresiva porque ofrecen ventajas irresistibles. Gracias a ellos se han abierto nuevos campos de experiencia y oportunidades a personas que en otro tiempo raramente viajaban más allá de sus comunidades.

Al posibilitar el transporte rápido y eficaz de personas y mercancías, los vehículos de motor han servido de apoyo al desarrollo social y económico. Sin embargo, estos logros no se han producido sin costos, en particular para la salud humana.

Además de los millones de víctimas mortales y de los traumatismos que causan anualmente los accidentes, el transporte motorizado contribuye a aumentar las enfermedades respiratorias debido a las emisiones de gases, desalienta el ejercicio físico, contribuyendo a la obesidad y otros problemas de salud, y, en algunos lugares, perturba la concentración y el sueño debido al ruido que genera.

Así, las medidas destinadas a reducir el número de muertes y discapacidad que se producen en las carreteras también pueden beneficiar la salud de otras maneras.

[b]COMO REDUCIR LOS ACCIDENTES Y TRAUMATISMO[/b]

Mejorar la seguridad vial implica determinar que factores de riesgo contribuyen a que se produzcan accidentes y traumatismos, para determinar después las intervenciones que permitan reducir el riesgo asociado a esos factores.

Los riesgos y las intervenciones se han clasificado en cuatro categorías principales:

Reducir la exposición al tráfico rodado: esto se logra planificando los núcleos de población; planificando la red de caminos y carreteras; creando pasos de peatones y aceras seguras y proporcionando transporte público y seguro.

Reducir la frecuencia de los accidentes: es posible si se mejora la visibilidad de caminos y carreteras a través del diseño, la iluminación y la señalización adecuadas; si se aplican leyes que establezcan límites en el consumo de alcohol y si se efectúan controles de velocidad y se exige la utilización de las luces de posición. Construir áreas de descanso en las autopistas, contribuye a prevenir la fatiga del conductor.

Reducir los daños ocasionados cuando se produce un accidente: puede lograrse mediante la utilización sistemática de dispositivos de seguridad (cinturones, casco, bolsas de aire y asientos especiales para niños) y con el diseño adecuado de señales, divisiones de carriles y vehículos de motor.

Reducir los daños tras el traumatismo: requiere de automóviles cuyo diseño reduzca al mínimo la probabilidad de que un impacto ocasione un incendio o produzca el escape de sustancias peligrosas; también requiere que se localice el accidente y se preste atención médica de emergencia en el lugar del hecho y cuidados y servicios de rehabilitación adecuados en los centros de salud.

Tal como lo expone la OMS, si en el pasado la seguridad vial no sido abordada con un enfoque integral, es muy posible que se deba a dos razones. En primer lugar, las personas adoptan una actitud fatalista. Dado que muchos de los riesgos asociados a los accidentes de tránsito dependen enteramente de nosotros, la mayoría de los accidentes y traumatismos son prevenibles y, por tanto, no son del todo accidentales.

En segundo lugar, las personas no son plenamente conscientes del gran daño que ocasionan los accidentes de tránsito. Tampoco se dan cuenta de que pueden reducirse las consecuencias adversas para la salud que ocasionan otros tantos.

El costo de la seguridad vial puede financiarse mediante el ahorro derivado de la prevención de accidentes y traumatismos.

[b]Medidas en pro de la seguridad vial[/b]

[b]QUÉ PUEDEN HACER LOS GOBIERNOS[/b]

– Desarrollo institucional

– Convertir la seguridad vial en una prioridad política.

– Crear un organismo coordinador encargado de la seguridad vial, dotarle de recursos y responsabilizarle de su actuación.

– Establecer objetivos adecuados en materia de seguridad vial y poner en marcha planes de seguridad vial.

– Crear mecanismos que promuevan un enfoque multidisciplinario de la seguridad vial.

– Favorecer la creación de grupos que promuevan la seguridad vial.

Políticas y legislación.

– Lograr que la seguridad vial se considere una cuestión política importante.

– Establecer y hacer cumplir normas enérgicas y uniformes de seguridad de los vehículos.

– Promulgar y hacer cumplir leyes que exijan el uso del cinturón de seguridad y el casco, el respeto a los límites de velocidad y el control de la conducción bajo los efectos del alcohol.

– Aplicar las leyes que ya existen en materia de seguridad vial.

– Condicionar la financiación de la infraestructura de carreteras al cumplimiento de las normas de seguridad.

– Crear líneas presupuestarias para mejorar la seguridad vial y aumentar la inversión en intervenciones de eficacia demostrable.

– Crear servicios de transporte público eficaces, seguros y asequibles.

– Fomentar el hábito de caminar y el uso de bicicletas.

– Establecer y hacer cumplir límites de velocidad adecuados.

[b]QUE PUEDE HACER EL SECTOR SALUD[/b]

Integrar la seguridad vial a los programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad.

Promover el manejo adecuado de los sobrevivientes de los accidentes de tránsito.

Mejorar la atención prehospitalaria y hospitalaria, así como los servicios de rehabilitación destinados a todas las víctimas de traumatismos.

Dotar al personal médico de conocimientos especializados en materia de traumatismos.

Convertir la información científica pertinente en políticas y prácticas destinadas a proteger a los ocupantes de los vehículos y a los usuarios vulnerables de la vía pública.

[b]QUE PUEDEN HACER LOS FABRICANTES DE VEHICULOS[/b]

Asegurar que todos los vehículos de motor cumplan las normas mínimas de seguridad, incluido el suministro de cinturones y otros sistemas básicos de seguridad, independientemente del lugar de fabricación, venta o utilización del vehículo.

Fabricar vehículos con la parte delantera más segura, a fin de reducir los traumatismos entre los usuarios de la vía pública.

Publicitar y comercializar los vehículos de forma responsable, haciendo hincapié en la seguridad.

[b]QUE PUEDEN HACER LOS DONANTES[/b]

– Integrar la financiación de la seguridad vial en las ayudas a los programas de salud, transporte, medio ambiente y educación.

– Supeditar la financiación de proyectos de infraestructuras de transporte a la realización de evaluaciones de seguridad y a controles ulteriores.

– Crear mecanismos que permitan financiar el intercambio de conocimientos y la promoción de la seguridad vial.

[b]QUE PUEDE HACER LA COMUNIDAD, LA SOCIEDAD CIVIL Y LA POBLACION[/b]

– Instar a los gobiernos a que construyan carreteras seguras.

– Indicar los problemas locales de seguridad.

– Promover la adopción de programas de seguridad vial para escolares.

– Exigir que los automóviles estén dotados de sistemas de seguridad, como los cinturones de seguridad.

– Recomendar la aplicación firme de las leyes y el reglamento de seguridad vial, y abogar por que los infractores de las normas de tráfico sean castigados enérgicamente y con prontitud.

– Actuar de modo responsable: respetando los límites de velocidad en la vía pública; no conduciendo bajo los efectos del alcohol; llevando siempre puesto el cinturón de seguridad y asegurándose de que los niños lleven debidamente fijado el sistema de retención infantil, incluso durante trayectos cortos y, llevando siempre el casco cuando se conduce un vehículo de dos ruedas.

[b]IMPORTANTE[/b]

Cada día, hasta 140,000 personas se lesionan en las calles y carreteras de todo el mundo. Más de 3,000 mueren, y unas 15,000 quedan discapacitadas de por vida. En la República Dominicana los accidentes representan la tercera causa de muerte.

Las familias de las víctimas de accidentes también resultan afectados, emocionalmente o de otras formas; tienen que luchar contra la pobreza si pierden a uno de sus sostenes, o tienen que afrontar el gasto suplementario de atender a un miembro discapacitado.

Cuando un vehículo aumenta la velocidad de 50 km/h a 80 km/h, el riesgo de tener un accidente en el que resulte muerto un peatón se multiplica por ocho. Si la velocidad se reduce en un uno por ciento, la frecuencia de accidentes puede disminuir entre un dos y un tres por ciento. La reducción de la velocidad disminuye la frecuencia de accidentes especialmente en las zonas urbanas.

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