La sequía, triste protagonista de 2015 en el Caribe

La sequía, triste protagonista de 2015 en el Caribe

San Juan. La dura y prolongada sequía que experimentó el Caribe en 2015 obligó a racionar el agua en varias isla de la región perjudicando así a sectores como la agricultura y el turismo, que también se vio afectado por una inundación de algas de tipo sargazo.

Una de las islas más perjudicadas fue Jamaica, especialmente en las áreas este y sur. En la localidad de St. Thomas, en el extremo sureste de esta isla de 2,7 millones de habitantes, llegaron a producirse incendios que arrasaron las cosechas de unos 785 agricultores.

El periodo más duro fue el primer semestre, periodo en el que se dispararon los incendios forestales (con cerca de seis veces más terreno quemado que en el año anterior) y donde se vio muy afectado el distrito de St. Andrew, donde se encuentra la capital Kingston, según datos del Departamento Forestal de Jamaica.   La Comisión Nacional del Agua de Jamaica se vio obligada a firmar en julio un contrato valorado en 42,5 millones de dólares con la empresa europea Miya para canalizar más agua dulce a St. Thomas y St. Andrew.

Como Jamaica, muchas islas de la región como Barbados, Dominica e incluso las Islas Vírgenes han tenido que pedir contención a sus ciudadanos a la hora de gastar agua dulce.   El Gobierno de Santa Lucía incluso declaró en mayo una situación de emergencia nacional que duró tres meses, ante la escasez de agua potable a causa de la sequía y, para lidiar con la situación, restringió el caudal que se dejaba pasar desde el mayor embalse de la isla y además, reparó las fugas de la principal planta de tratamiento de agua de la isla.

En Puerto Rico los efectos fueron aún mayores a causa del mal estado de mantenimiento de los embalses.   La sequía forzó a cortar el suministro de agua potable en días alternos (si no por dos de cada tres días) a buena parte de la ciudadanía del área metropolitana de la capital de San Juan, con más de 300.000 hogares y negocios afectados, y otras localidades.   Se trata de la sequía más dura que sufre Puerto Rico desde hace más de dos décadas, según sus autoridades, que incluso establecieron multas para quienes fueran sorprendidos malgastando agua.

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