De espaldar más alto que las demás del salón plenario, tapizada en cuero beige, la silla del histórico líder Fidel Castro permaneció respetuosamente vacía ayer, cuando su hermano Raúl fue electo presidente: «Fidel es insustituible», dijo en su discurso.
Vista desde el público, es la primera silla de otra mesa, a la derecha de la presidencia de la Asamblea Nacional (parlamento), seguida por la de Raúl y otros vicepresidentes del Consejo de Estado.
Así, vacía, permaneció, incluso con una botella de agua sin destinatario, el diario Granma y los documentos de la sesión, en la mesa, durante las tres reuniones entre julio de 2006 y diciembre de 2007 del Parlamento en el Palacio de las Convenciones.