La simiente de la historia germinando

La simiente de la historia germinando

POR ALIRO PAULINO
La Toma de la Bastilla y las repercusiones que este acontecimiento histórico ha tenido en el desenvolvimiento cívico de la humanidad, hacen del 14 de Julio, más que una fecha de regocijo francés, una efemérides de trascendencia universal.

El hombre, entidad predominantemente biológica, precisó del paso de los siglos para tener conciencia de su existencia cívica, en la estructura político-social que rige sus actuaciones.

De esta forma, La Bastilla, se transformó de sepulcro viviente en cuna de idealismo. Al banal egoísmo sucedió la pujante espiritualidad.

Los nombres de Robespierre, Marat, Danton, Jacques D`Armagnac, Bernardo de Palissy, mariscal Bassompierre, Fouquet, Voltaire y otros muchos no menos ilustres, parecen refulgir aún contra los vetustos muros de la vieja prisión del Estado. Por otra parte, el Palacio de Versalles, con sus majestuosos jardines, semeja un escenario en espera de sus reales moradores. La decoración es casi la misma del 1789, pero el mundo ha cambiado notablemente desde entonces y el ideario del hombre no menos.

Pero, el 14 de Julio también trae otros acontecimientos al recuerdo: la Declaración de Principios formulada en Lima por San Martín, en 1821 y la anexión de Estonia, Letonia y Lituania intervenida por Rusia, en 1940.

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